Por: Dra. Lisa Kinney, Psy.D | Psicóloga Clínica Licenciada

El duelo, ese visitante inesperado, llega a nuestras vidas con una maleta llena de sombras y silencios. Se instala en nuestra sala, en nuestro comedor, en la silla vacía al otro lado de la cama. Pero ¿qué pasaría si en lugar de temerle, aprendiéramos a bailar con él?

El duelo entra en escena, silencioso, imponente. Nos toma de la mano y nos invita a bailar. Al principio, nuestros pasos son torpes, inciertos. Nos tropezamos con el recuerdo, con la ausencia, con el eco de una risa que ya no está.

Con el tiempo, comenzamos a movernos al ritmo del duelo. Aprendemos sus pasos, su cadencia. Cada lágrima derramada es un paso de baile, cada suspiro de añoranza es un giro en el aire. Bailamos con el duelo, y en esa danza encontramos una forma de expresar nuestro dolor, nuestra tristeza, nuestro amor.

Finalmente, llega el momento de despedirnos. El duelo, nuestro compañero de baile, se desvanece lentamente. Pero no sin antes dejarnos una última enseñanza: el adiós no es un final, sino un nuevo comienzo. Un nuevo baile. Y aunque el duelo pueda volver a visitarnos, sabremos que siempre podremos encontrar consuelo y entendimiento en la danza.

En el gran baile de la vida, el duelo es un paso inevitable. Pero recordemos que incluso en medio del dolor más profundo, siempre podemos encontrar belleza, esperanza y, sobre todo, amor.

En el amanecer de un nuevo año, nos encontramos en un momento de reflexión y renovación. Mientras nos adentramos en 2024, es el momento perfecto para explorar un tema que, aunque universal, a menudo se deja en las sombras: el duelo.  El duelo es una respuesta natural a la pérdida. Es un proceso emocional que todos experimentamos en algún momento de nuestras vidas, ya sea por la muerte de un ser querido, el final de una relación, la pérdida de un trabajo, o incluso cambios significativos en nuestras vidas.

La psiquiatra suiza-estadounidense Elisabeth Kübler-Ross propuso que el duelo se compone de cinco etapas: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Sin embargo, es importante recordar que no todos experimentamos estas etapas de la misma manera o en el mismo orden. El duelo es un viaje personal y único.  Además de estas etapas, el duelo también implica una serie de tareas que debemos realizar para poder seguir adelante. Estas tareas incluyen aceptar la realidad de la pérdida, procesar el dolor, ajustarse a un mundo sin la persona perdida y encontrar formas de mantener una conexión con esa persona mientras seguimos viviendo.

En este artículo, exploraremos estas etapas y tareas del duelo en profundidad. Pero no nos detendremos ahí. También discutiremos estrategias cotidianas que puedes usar para navegar por el proceso de duelo. Desde técnicas de mindfulness hasta el apoyo de grupos de duelo, te ofreceremos una variedad de herramientas que puedes usar en tu propio viaje de duelo.

Así que, mientras nos embarcamos en este nuevo año, te invitamos a unirte a nosotros en este viaje de descubrimiento y sanación. Juntos, podemos encontrar nuevas formas de entender y abordar el duelo en 2024.

El duelo se define como un proceso natural y necesario de adaptación a una perdida. Esta perdida puede ser ampliamente entendida como la pérdida de un ser querido, una ruptura sentimental, perdida de empleo entre otros.  Es decir, el duelo es un proceso normal y natural. Como menciona el experto Doug Manning, “El duelo es tan natural como llorar cuando te lastimas, dormir cuando estás cansado, comer cuando tienes hambre y estornudar cuando te pica la nariz. Es la manera que tiene la naturaleza de sanar un corazón roto”

El duelo se compone de cinco fases, yo las llamo: El Viaje del Duelo: Un Recorrido por Cinco Paisajes Emocionales. La primera es la Negación le llamo el desierto de la incredulidad. En este vasto y árido paisaje, la realidad parece distorsionada. Aquí, la mente se niega a aceptar la pérdida, como un espejismo en el desierto que promete agua donde no la hay. Es un mecanismo de defensa inconsciente cuya principal función es sacarnos parcialmente de la realidad para protegernos. Es un lugar al que va el doliente para empezar aceptar la realidad.

El segundo paisaje emocional es la Ira: El volcán de la furia. Este es un terreno volcánico donde la ira burbujea bajo la superficie antes de estallar en erupciones emocionales. La pérdida se siente como una injusticia ardiente, y la ira es la lava que fluye. La ira nos prepara para sostener el resto de las emociones que le espera al doliente en un lugar más profundo junto a la soledad. Depende de cada persona o situación, pero solo se puede identificar expresar y sentir, no se puede sanar lo que no se siente, se necesita entender y atribuir la responsabilidad a algo o alguien. El doliente está enojado porque en realidad no hay nada que hacer ya nada le devolverá su ser querido, pero es una forma de control que te permite ventilar el dolor.

El tercer paisaje emocional es la Negociación: El Laberinto de los” Y si…” Aquí el doliente se encuentra en un laberinto perdido.  Los “y si…  “y los tan solo…” Son los caminos sin salida en este laberinto. Aquí la mente del doliente trata de fantasear con la idea de que esto se podría haber evitado. Pasa tiempo imaginando si hubiese hecho tal cosa, sino hubiese llegado a ese lugar y si yo estuviese para ayudarlo no hubiese pasado, es buscando ese cambio que hubiese evitado la muerte. Gracias a este mecanismo inconsciente el doliente puede seguir caminando en proceso de adaptación a la perdida.  El cuarto paisaje emocional es la depresión: El mar de la tristeza. Este es un océano profundo y oscuro de tristeza y desesperación. Las olas de la tristeza pueden ser abrumadoras y pueden parecer que nunca veremos la luz del día. Esta llega para quedarse un tiempo, conectar con la tristeza   y con el vacío de la perdida es lo más difícil de sostener. Es importante señalar que no es una depresión clínica sino un profundo sentimiento de tristeza. Es uno de los estadios emocionales más difíciles, a través de la tristeza nos   enfrentamos con el momento presente, con la soledad, el vacío con la perdida. Y finalmente el ultimo paisaje emocional es la aceptación valle de la nueva normalidad. Finalmente se llega a un valle tranquilo. Aunque la pérdida todavía duele, hemos aprendido a vivir con ella. Este es un lugar de aceptación y adaptación, donde comenzamos a encontrar la paz. Es una fase que tiende a rechazar   porque se confunde con sentirse bien cuando en realidad no es así.   Es más bien ser consciente de la realidad, es decir ya entiendes   que esa persona no esta y solo puedes evocar su recuerdo, es la comprensión de perdida. Estos estadios emocionales no son lineales se pueden experimentar en forma de espiral, todas a la vez o no experimentar ninguna.

Además de las etapas de duelo, el doliente también debe trabajar en unas tareas para procesar el duelo de forma saludable y uno de los teóricos que habla de las tareas del duelo es William Worden es un reconocido experto en el campo del duelo y el final de la vida. Ha dedicado más de 40 años a la profesión de acompañamiento en la muerte y los cuidados paliativos psicológicos de los enfermos terminales y de las personas en duelo.  Propuso un modelo de cuatro fases para el tratamiento del duelo que se centra en la idea de que las personas que experimentan una perdida deben desempeñar un papel activo y proactivo en su propio proceso de duelo.  Las tareas para satisfacer serian concretamente: aceptar la perdida, amparar la emoción que se experimenta reestablecer el equilibrio mediante la asignación de roles e integrar el recuerdo del ser querido en la propia vida. A continuación, una explicación más detallada de las mismas. 

Las tareas del duelo de Worden son un marco para entender cómo las personas atraviesan el proceso de duelo. Aquí te presento una explicación creativa de estas tareas en forma de un viaje:

1. Aceptar la realidad de la pérdida: Imagina que estás en un barco que se aleja de la orilla. Al principio, puedes ver claramente la tierra, pero con el tiempo, se vuelve más y más borrosa. Esta es la aceptación, el reconocimiento de que la persona que amas ya no está físicamente presente.

2. Procesar el dolor del duelo: Este es como un mar agitado. Las olas pueden ser abrumadoras al principio, golpeando el barco con fuerza. Pero con el tiempo, las olas se calman y el mar se vuelve más tranquilo. Este es el proceso de sentir y expresar el dolor que viene con la pérdida.

3. Ajustarse a un mundo sin el ser querido: Ahora estás navegando en aguas desconocidas. Tienes que aprender a navegar por ti mismo, a vivir en un mundo donde la persona que amas ya no está. Este ajuste puede ser difícil, pero con el tiempo, te acostumbras a tu nuevo entorno.

4. Encontrar una conexión duradera con el ser querido mientras continuas con la vida: Finalmente, llegas a una nueva tierra. Es diferente a lo que estás acostumbrado, pero encuentras formas de mantener viva la memoria de tu ser querido. Puedes honrarlos en tus pensamientos, en tus acciones, en las historias que cuentas. Aunque han partido, su influencia sigue siendo una parte integral de tu vida.

Finalmente llegamos a las estrategias. Aquí te presentaré algunas estrategias innovadoras que pueden servir como tu faro de esperanza para el 2024. A continuación, te mencionamos algunas estrategias que pudieras intentar. Estas estrategias son solo eso, tú las puedes utilizar como creas más conveniente solo utiliza lo que resuene contigo. Ahora quiero que imagines que el duelo es un bosque oscuro y denso. Los árboles de la tristeza te rodean, amenazando con perderte en su sombra y decides utilizar estas que te muestro aquí.

1. La Brújula de la Expresión Artística Cuando la ira te arrastra en un torbellino de emociones, la expresión artística puede ser tu brújula, guiándote a través de la tormenta. Pintar, escribir, hacer música, todas estas son formas de canalizar tu ira y encontrar tu camino hacia la calma.

2. El Ancla de la Terapia Asistida por Animales Durante la depresión, cuando te sientes como si estuvieras hundiéndote en un abismo de tristeza, la terapia asistida por animales puede ser tu ancla. Los animales pueden proporcionarte consuelo y compañía, ayudándote a mantener la cabeza fuera del agua.

3. El Sendero del Mindfulness En el sendero del mindfulness, aprendes a estar presente en cada momento, observando tus emociones sin juzgarlas. Esta atención plena te permite reconocer y aceptar tus sentimientos de pérdida, en lugar de luchar contra ellos.

4. El Jardín de la Ecoterapia En el jardín de la ecoterapia, te conectas con la naturaleza para encontrar consuelo y perspectiva. Los árboles, las flores y los animales te recuerdan la belleza y la resiliencia de la vida, incluso en medio de la pérdida.

5. La Cueva de la Respiración Consciente En la cueva de la respiración consciente, aprendes a centrarte en tu respiración. Cada inhalación te llena de fuerza, y cada exhalación te permite liberar tu dolor.

6. El Campamento de los Grupos de Apoyo En el campamento de los grupos de apoyo, encuentras a otros que también están navegando por el bosque del duelo. Compartir tus experiencias y escuchar las de los demás te ayuda a sentirte menos solo y te proporciona valiosas estrategias para seguir adelante.

7. El Refugio de la Psicoterapia En el refugio de la psicoterapia, un profesional capacitado te guía a través del bosque del duelo. Te proporcionan herramientas y estrategias para manejar tus emociones y te ayudan a encontrar tu propio camino hacia la sanación.

En conclusión, el duelo es un proceso complejo y personal que puede ser abordado a través de varias etapas y estrategias. Como hemos discutido, el modelo de cuatro fases del Dr. William Worden ofrece un marco útil para entender y navegar por este proceso. Sin embargo, cada individuo es único y puede requerir diferentes enfoques y tiempos para sanar.

En este sentido, organizaciones como la Fundación Stefano juegan un papel crucial. La Fundación Stefano Steenbakkers Betancourt es una entidad sin fines de lucro creado para honrar la memoria del joven del mismo nombre quien fue asesinado en junio de 2012 en Dorado Puerto Rico.

En la fundación Stefano brindamos servicios integrales y holísticos con el propósito de ofrecer luz y apoyo en el proceso de duelo y recuperación de familias, mediante servicios profesionales programas especializados e integración de las artes completamente libre de costo.  La visión se fundamenta en tres grandes pilares: Brindar apoyo en el manejo del duelo de forma holística, erradicar la violencia promoviendo la paz y dar alas a la vida a través de la donación de órganos. Su misión es ayudar a los individuos y familias en etapas de duelo siendo instrumento de sanación y transformación en el manejo de la perdida: procurando el bienestar físico, mental, y emocional de los participantes. Dentro de sus servicios gratuitos esta: Trabajo social clínico, Servicios de Psicología Tanatología, grupos de apoyo y arte terapia. También tienen programas como: Grief Response Team, Escuela de Super Stef, De mi corazón al tuyo y programas de recaudación de fondos. Si desea recibir servicios puedes comunicarte a cualquiera de las localidades: San Patricio (787-222-4002), Camuy (787-969-4002), Ponce (787-553-4002) y Fajardo (787-863-2390 ext. 2292). Nuestras redes sociales @teamstefanopr, www.fundacionstefano.org. y email info@fundacionstefano.org.