Yazmira E. Vázquez De Arce | Técnico de Farmacia – Coach de Salud

Con la llegada de la primavera, la naturaleza trae consigo una realidad no tan agradable para todos: las alergias estacionales. Para muchos, esta temporada se convierte en un desafío constante, enfrentándose a los sistemas molestos que acompañan la explosión de polen y otros alergenos en el aire. Las alergias primaverales se desatan sobre todo por el aumento de polen en el ambiente. Árboles, hierbas y flores liberan partículas microscópicas que desencadenan respuestas alérgicas en las personas sensibles.

Los síntomas varían desde estornudos repetitivos, picazón en los ojos, nariz congestionada, tos, fatigas y hasta dificultad para respirar en los casos más graves.

Afortunadamente, existen tratamientos efectivos para aliviar estos síntomas y mejorar la calidad de vida de aquellos que sufren de estas alergias estacionales. Entre los más comunes se encuentran:

Antihistamínicos: Estos medicamentos bloquean la acción de la histamina, una sustancia liberada el sistema inmunitario en respuesta a los alergenos, aliviando así los síntomas como la picazón, los estornudos y la secreción nasal.

Descongestionantes nasales: Ayudan a reducir la congestión nasal al disminuir la inflamación de los tejidos y abrir las vías respiratorias facilitando la respiración.

Corticosteroides nasales: Estos aerosoles o gotas nasales reducen la inflamación en la nariz, lo que ayuda aliviar la congestión y la secreción nasal, así como la picazón y los estornudos.

Inmunoterapias: También conocida como “vacunas para la alergia”; este tratamiento implica la exposición gradual del paciente a cantidades crecientes de alergenos, con el objetivo de desensibilizar el sistema inmunitario y reducir la gravedad de las reacciones alérgicas.Además de los tratamientos médicos existen otras medidas preventivas y cambios en los estilos de vida que pueden ayudar a controlar las alergias primaverales.
Monitorear los niveles de polen: Mantenerse informado sobre los niveles del polen en el área puede ayudar a planificar actividades en el aire libre y minimizar la exposición a los alergenos.
Evitar salir en ciertos momentos del día: Los niveles de polen tienden a ser más altos en las mañanas y en días secos y ventosos, por lo que es recomendable evitar la exposición durante estos periodos.

Utilizar filtros de aire:

Instalar filtros de aire en el hogar y en lugar de trabajo puede ayudar a reducir la cantidad de alergenos en el ambiente, proporcionando un alivio adicional a quienes sufren de alergias.
De otra parte, es recomendable llevar una alimentación equilibrada y saludable. Esto puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico y reducir la susceptibilidad a las alergias en general. Es importante consultar a un alergólogo o médico especialista para obtener un diagnóstico preciso y un plan adecuado de tratamiento.

Si bien la primavera es una de las temporadas más hermosas que invita a disfrutar del aire libre y la naturaleza, para algunas personas también puede significar un aumento en los síntomas alérgicos. Con el tratamiento adecuado, las medidas preventivas y una buena gestión de los factores desencadenantes, es posible enfrentar con éxito los desafíos de esta época del año, permitiendo así disfrutar plenamente de sus encantos.