Sentada en mi vieja mecedora, concluye la novela de las 6. Me paro lentamente para despertar los huesos dormidos. En el proceso me llama la atención el anuncio del Baby Boomers Expo. Ya había decidido no ir, por el miedo a cuestas, de esta pandemia interminable. Aun así me quedo viendo los detalles: Que es un evento solo para vacunados y se exige el uso de mascarillas.
Es así como empiezo a abrir mi mente a la posibilidad de asistir. Lo que comenzó con miedo terminó con risa: Será con la temática Disco Fever, una fiesta de los 60 y 70. ¡Cuántos recuerdos llegaron a mi mente!
En vez de ir a la cocina a preparar la cena, me voy al armario del cuarto de visitas; donde guardo la ropa “small” que ya no me sirve, los manteles blancos de las fiestas y el baúl de cartas y fotografías en blanco y negro que cuentan mas de una historia.
Al final, llegando casi a la pared, me topo con el traje negro de flecos con el que recorrí Santurce y Condado, de la mano de Papo, mi hoy esposo. ¡Cuántos bailes en La Casa de España y en el Club Náutico! Si este vestido hablara…
Recuerdo una noche en particular, que me mencionó hijos, viajes y sueños. Yo era joven, risueña y estaba enamorada.
Caminamos de la mano por toda la avenida Ashford y justo frente al Hotel La Concha estaba el Café Las Nereidas, que no cerraba a ninguna hora. Solíamos ir allí a tomar batidas. Decidimos entrar.
El lugar estaba concurrido -como siempre- y estaban todos los que como yo “salieron a coger calle” y les agarró el sol.
El lugar era seguro, bien iluminado y su comida deliciosa, pero como el amanecer se asomaba, nos decidimos por un desayuno. Le pedí a mi prima Rosita, quien iba en calidad de “Chaperona” que se sentara en otra mesa. Quería escuchar las palabras de Papo, mirar sus ojos, y borrar todo lo que había alrededor.
Aun recuerdo el sabor dulce del café. Nunca, ningún otro, me ha sabido igual.
Así, en ese viaje, sonreí con el traje en la mano y los ojos cerrados. Por eso no me di cuenta cuando Papo entró y me dijo:
“¡Qué pasa, mi vieja! ¿Qué hace con esa reliquia en la mano?”.
- Me preparo para el Disco Fever. Y tú, joven apuesto… Vas conmigo.