Durante años ha usado el micrófono, la tinta, las teclas y su voz para investigar, entrevistar y exponer la realidad noticiosa de Puerto Rico. 

El país lo mira en pantalla y en otro momento lo escucha en la radio. Y es que, Normando Valentin es imparable.

Si bien ha llevado una carrera íntegra, donde la objetividad e imparcialidad han sido carta de presentación laboral, no es menos cierto que su integridad humana lo lleva a expresarse con firmeza de pensamiento y pasión en las emociones. 

Sus argumentos llevan a la reflexión, su simpatía natural a la conquista de quien lo escucha y sus valores mas notables, a la admiración de su persona. 

Normando -recientemente- se convirtió en abuelo, despertando la curiosidad de todos, sobre este nuevo rol en su vida. No te pierdas sus respuestas. 

Normando Valentín: Tres décadas entrevistando, hoy es el entrevistado.

  1. Cada día cuentas lo que sucede en Puerto Rico, a nivel político, económico y social. ¿De todo lo que comunicas, qué es lo que más te preocupa y por qué?

Lo que más me preocupa es que en ocasiones yo pienso y reflexiono que Puerto Rico es el país que se repite. 

¿Cómo me explico? 

Yo comencé a trabajar en los medios para 1990, 1991… Y desde entonces (ya estamos hablando de tres décadas) yo no dejo de sorprenderme que de manera frecuente Puerto Rico cae en los mismos temas, los mismos problemas, y da la impresión de que aquí nunca se soluciona nada y lo que estamos es repitiendo. Por ejemplo, en los años 90 yo recuerdo que aquí había una crisis con los neumáticos. Se formó una ley para reciclar las gomas. Empresas se establecieron en Puerto Rico (supuestamente) para atender este asunto: Triturarlas y utilizarlas para otro tipo de material, como el asfalto. Hacer unos bloques que pudieran utilizarse en pistas de correr, jardines de niños, para crear barreras anti sonido en urbanizaciones ubicadas próximas a los expresos, etc. 

Nunca se puso en práctica y en 2021 Puerto Rico entra en una crisis de neumáticos que no saben qué hacer, cómo recogerlos, que si una compañía que las compacta y tritura… Y entonces vienen con mismas soluciones. Entonces nos preguntamos, ¿Pero, ¡carámba!, esto no fue lo que dijimos en los 90?

Tenemos el problema de salud; que si la Reforma: Viene un gobierno, viene el otro. La evalúan, no la quitan. La Reforma sigue  creando y operando con déficit… La criminalidad, la situación económica. Todo eso me frustra; el ver que son temas frecuentes, temas similares que se les pone una curita, pero no se les hace una operación para resolver el problema en profundidad. 

¿Qué ha provocado?  Que en Puerto Rico la desigualdad social se vea de manera marcada. Mientras se enajenan, mientras el gobierno no atiende los problemas apremiantes, vemos como estas brechas están convirtiendo a Puerto Rico en un país latinoamericano con diferencias en clase sociales demasiado marcadas. Eso me preocupa mucho. 

¿Qué consiguieron nuestros políticos? Una quiebra, una situación donde Puerto Rico

no puede ir a los mercados ahora mismo y por ende no se puede construir nuevas obras…Tenemos “la suerte” de que ocurrieron unos fenómenos como María, los terremotos, la pandemia, que provocaron una inyección de dinero que van a permitir cierto grado de desarrollo y movimiento económico; si no, a nosotros nos hubiera comido un caballo, por utilizar un término folclórico. Todo eso es lo que me preocupa de lo que comunico a lo largo de tres décadas. 

2. Con tantos años en el periodismo, has visto a los medios de comunicación evolucionar. Ahora, por las redes sociales, muchos blogueros comunican sin ser profesionales en el área. ¿Sientes que estas herramientas contribuyen positivamente a tu trabajo o más bien desmerecen el valor de tu profesión?

El asunto de las redes sociales, sin lugar a duda, es una gran herramienta que abre una ventana de posibilidades a muchas personas de darse a conocer y a democratizar la información -que es como yo lo veo-. 

Las redes nunca van a sustituir a los medios de comunicación. Los medios de comunicación tienen una responsabilidad social de informar. Lo que sí puede dañar las redes sociales es cuando se usa de manera inescrupulosa. Vemos personas que mal utilizan las redes sociales para desinformar o proyectar cosas que realmente no son. 

Creo que para los políticos es un gran reto, porque ahora gracias a las redes sociales y a los teléfonos inteligentes, se pueden identificar situaciones y denunciar cosas qué tal vez por la distancia o geografía era difícil a los medios de comunicación llegar. Así que yo no lo veo mal. Yo veo muy bien todas esas herramientas, que a su vez nos han permitido a nosotros las figuras de noticias y demás, tener un contacto directo con la gente. Antes las personas que trabajan en la televisión, radio u otro

medio, estaban en este lugar único para recibir información. Ahora gracias al Twitter, Facebook, Instagram, podemos interactuar y a la vez proyectar la dimensión humana que también es parte de nosotros.  Somos profesionales pero también tenemos familia y vida. Que la gente nos conozca en otro qué hacer.

No es una competencia, es un complemento. ¿Qué hay influencers? ¡Qué bueno! Porque también los jóvenes tienen la oportunidad de llegar a otras personas, otro público. 

3. Por tu edad, no eres todavía un Baby Boomer. Sin embargo tienes 6 hijos y recientemente, una nieta. ¿Qué tiene el abuelo que no tuvo el papá?

Esa pregunta yo me la planteé cuando nació Génesis, antes de ser abuelo. A ella yo la engendré cuando tenía 40 años. Cuando me hice papá de Normando tenía 23. Obviamente a uno le da un cargo de conciencia porque con el paso del tiempo uno aprende algo que no viene con uno, como la paciencia y la tolerancia en cuanto a la crianza se refiere. Muchas veces uno es joven e impulsivo. Yo no tenía tanta paciencia al principio, como la tuve cuando Génesis. Por eso Glenda, mi esposa, en ocasiones me dice que yo parezco más el abuelo que el papá de Génesis. Con Amaia pues pasa eso. Es otro tipo de amor. Anoche vino a casa, por ejemplo, y yo estuve como 45 minutos cargándola y oliéndola.  

¿Qué tenía el abuelo que no tenía el papá?

Más madurez, más comprensión. A los 51 años uno se ve con un nieto en los brazos y es una dicha, la oportunidad de poder disfrutar ese ser humano por muchos años. Incluso por la expectativa de vida uno pensaría que tendré la satisfacción de conocer al hijo de mi nieta. 

Como dije, madurez y comprensión para poder sortear las situaciones de la crianza. Entrar en negociación más que en imposición. 

4. A pesar de ser un emisario de todo tipo de noticas, Puerto Rico te quiere por tu carisma y gracia. La población Baby Boomers, después de todo este distanciamiento social necesita apoyo y aliento. ¿Qué esperanzas puedes ofrecerles, a través de un mensaje de tu parte?

Yo se que ha sido un año bien difícil. Un año en el cual nuestra población ha estado vulnerable. No se ha podido salir como se quiere, hemos perdido seres queridos… Pero si alguien nos puede dar lección de vida por los distintos eventos que le ha tocado vivir, es precisamente la población  de adultos mayores, los llamados Baby Boomers. Ellos tienen marcado en su piel tantas batallas de la transformación de lo que era el Puerto Rico agrícola al Puerto Rico industrial.

Una población tan fuerte, tan resiliente, que ha vivido para contar esas transformaciones, esta pandemia no los va a detener.  Así que si de alguien podemos nosotros, esta generación un poco más joven, aprender lo que es resistencia ante retos duros, somos nosotros de los Baby Boomers.

Vamos a salir, la humanidad va a seguir hacia adelante. Puerto Rico se va a levantar. Imagínate, un país que está en quiebra, en plena reestructuración, que enfrentó el peor huracán en 100 años; que ha tenido que enfrentar terremotos; que en menos de 4 años enfrentamos una pandemia… ¡Ah! Y una revuelta popular pacífica para sacar a un gobernante que ciertamente incumplió su pacto electoral con el pueblo, no es poca cosa y nos da esperanza de que si hay un pueblo gladiador es el nuestro. ¡Vamos a salir hacia adelante! Y yo Sé que tendré mucho que contarle a mi nieta sobre esta época histórica que a todos nos ha tocado vivir.