Por: Elizabeth Hurtado Lafont
Bibliotecaria infantil
Springdale Public Library, AR
Ig: @mujerAplus
La lucha por la igualdad de género ha significado vencer barreras de muchos tamaños y formas.
Se sabe que años y años atrás, la mujer era considerada intelectualmente inferior a un hombre. Por lo tanto, las casas editoriales no apoyaban una publicación firmada con un nombre femenino. ¿Qué lector se tomaría el tiempo de leer un material que consideraba carente de aporte, debido a quien lo escribió?
De ahí nace la exposición pública, escondida detrás de seudónimos masculinos.
Como dijo Virginia Woolf, escritora feminista: “Para la mayor parte de la historia, Anónimo era una mujer”. Así condenaba la nulidad que ha tenido la mujer en la literatura. Nada más hace falta echar un vistazo a los premios nobeles de literatura, para comprobar que existe una brecha muy grande entre ambos géneros (14 mujeres versus 100 hombres).
El lugar que el mundo le otorgó a la mujer es el de “hogar y familia”. Con uñas y dientes se ha desatado una lucha por romper esos paradigmas, que aunque mucho se ha logrado, aún hoy persiste.
Hoy quiero compartirles 4 autoras de libros, que tuvieron que esconder su nombre, para que su talento, intelecto y creatividad vieran la luz:
- Las hermanas Brönte –Charlotte, Emily y Anne- Escribieron Cumbres Borrascosas, Jane Eyre, Agnes Grey, entre otros.
- Luisa May Alcott: Autora de la célebre novela Mujercitas (también llevada al cine). Ella firmaba como A.M. Barnard.
- Pamela Lyndon Travers: Para que tengan una idea, la famosa película Mary Poppins, se basa en un libro de ella publicado bajo el nombre masculino de P.L. Travers.
- Joanne (J.K. Rowling) Autora de la saga de novelas Harry Potter. Increíble que en pleno siglo 20 tuviera que ocultar su nombre. Reconoció su autoría, después que adquirió popularidad su libro.