“Hoy, decido seguir celebrando 66 ricos, divinos, cachondos, dopamínicos y orgásmicos años que todavía provocan suspiros”.

Por: Dra. Carmita Laboy

Y, aunque ya cumplidos, les confieso que todavía sigo celebrándolos. ¡Todos los días! Por la vida, la salud, la alegría, las ganas y la acción. Le he llamado “el truco de la vida”. Mi vida y toda mi motivación, atención, concentración, deseo y esa rica sensación de bienestar que siempre me cobija. Ha sido a través de tres teorías científicas que he podido conocer esa parte de mí que, aunque no veo, también soy y anticipa para mi bien.

En este “truco de la vida” aprendí que somos un 33% materia. O sea, todo lo que entra por nuestros sentidos y que, si no vemos, no existe. Error, ya que aprendí que también eres y soy un 66% no materia. Es decir, lo que no ves, pero que existe. Hoy día la ciencia le llama energía, onda y, la que más me gusta, información. 

Una que intercambiamos, como fuerza vital, para anticipar porvenir y bienestar. 

En adición, también, somos un 1% energía divina, infinita. La que usamos en tiempos imperceptibles, de dos segundos uno y 122 minutos durante el sueño REM. Útil para recibir las respuestas a nuestras preguntas y asi crear tu porvenir con la mejor solución potencial posible. Para todo en tu vida, incluyendo lo sexual.

A mis 66 aprendí que la pregunta obliga la respuesta. Una que llega a nosotros 0,5ss antes de tan siquiera imaginar y actuar. Y, lo mejor, también aprendí que nunca estoy sola. Que siempre somos dos. Soy, la Carmita que veo y la que no veo. Y tú, tú eres, quién ves y quién no ves. Todo lo aprendí tras investigar, incansablemente, teorías científicas que me ayudaran a entender y entenderme. Unas que aplico a mi vida, a diario y a la tuya cuando me pides ayuda. Lo aprendí en esta insatisfacción constante y motivación permanente de encontrar y crear otra forma adecuada de vivir. En ello sustento mi trabajo, en este exclusivo modelo educativo y terapéutico que cobijo bajo la ciencia del buen amor y el buen sexo. Por tanto, si vives en una relación de pareja, dices que amas, pero no deseas, si padeces de alguna condición de salud, si estás y te sientes sola, si no disfrutas ni tu vida ni tu sexualidad te pido te detengas. 

Te suplico que no sigas haciendo, diciendo ni creyendo lo que hasta ahora. Ponte pausa. Y mejor, obsérvate. Al hacerlo verás cuáles son tus tendencias. Eso que repites. Lo que es bueno, lo dejas. Lo que te hace un nudito en el alma, lo desnudas. Por tu bien. Por tu congruencia y equilibrio. Porque es importante que en adelante decidas vivir en la verdad. Y que tu pensamiento, tu palabra, tu emoción y tu conducta sean una. La misma. Punto. Todo lo contrario, te crea enfermedad, desequilibrio, duda, miedo y voluntad.

Hoy, decido seguir celebrando 66 ricos, divinos, cachondos, dopamínicos y orgásmicos años que todavía provocan suspiros. Que aún desean, desear. Insisten en soñar, ejecutar, educar, investigar y provocar. Y, a eso te invito. A que te descubras, desde adentro de tu ser. Que te disfrutes con tu verdadero significado. El que eliges darte por la razón correcta. Te reto a conocerte desde tus diversos campos de energía que también seres. A saber cómo te comportas cuando no eres materia y como todo eso te ayuda en esta jornada de vida que continua.

Por eso hoy te reto. A disfrutarte y apreciarte. A conocerte y honrarte desde bien adentro para entonces y solo entonces, compartir tanta felicidad. Si aceptas mi reto y deseas aprender más sobre qué hacer y cómo hacerlo para que tú también disfrutes tu vida a plenitud, por favor explora tus oportunidades aquí: https://passionuppr.com/shop/ .

Y, por cierto, yo estoy lista para escucharte, comprenderte y darte soluciones memorables. ¿Y tú?