Sus palabras destilan coherencia y reflejan paz. Atesora lo bueno con agradecimiento y lo malo como enseñanza de vida. 

Luisa de los Ríos no tiene la edad cronológica de una Baby Boomer; pero tiene las cualidades para ser una digna representante de todas las mujeres puertorriqueñas: Trabajadora, amorosa, franca y leal a sus valores. Una mujer que promueve su creencia y fe; la lectura como llave que para abrir las fronteras del mundo y el amor como pilar para sostenerlo. 

Entre la actuación, desafíos superados, páginas de innumerables libros y el cariño de sus seguidores, en el mes de la mujer; Luisa de los Ríos. 

  1. Te cuentas entre las personas sobrevivientes del incendio del Dupont Plaza en el año 1986. Tenías 16 años y estabas con tu mamá. ¿Qué traumas quedan después de una experiencia de esa magnitud? ¿Qué enseñanza, si alguna? 

Mi vida es antes y después de ese evento. Cuando hago un repaso de aquel día (cosa que no procuro, salvo en ocasiones como esta, en que me preguntan) lo que más claramente salta a mi vista es la misericordia de Dios conmigo. 

Entonces confirmo que Su plan es exclusivo con cada uno. Si aún seguimos aquí es porque Él tiene un propósito en nuestras vidas y ha de cumplirse.

“Traumas”, si se puede llamar así (yo prefiero llamarle aprendizaje), diría que no ignoro las alarmas de fuego. A veces las escuchamos y, si no vemos otra señal, no hacemos caso. He sido motivo de burlas porque, a la mínima duda de que algo no anda bien, yo salgo y espero la confirmación en la calle. También aprendí que las celebraciones no tienen que hacerse en una fecha determinada. Cuando estamos con nuestros amados es la hora perfecta de celebrar. 

En aquella ocasión habíamos hecho una “despedida de año” unos días antes porque sabíamos que no estaríamos en casa juntas. He sabido sacar a media mañana a mis hijos de la escuela diciendo que tienen una cita. ¡Y no he mentido! ¡Tienen una cita conmigo! Nos vamos a un restaurante solitos, a la playa, al cine; ese tiempo es especial. Lo que vivimos juntos en esas escapadas nunca lo aprenderán en la escuela.

Aprendí que el tiempo tiene un valor incalculable y que amar es urgente.

2. ¿Cuál de tus tres roles maternales es el más difícil de cumplir: El de madrastra, -de la hija de tu esposo-; el de mamá de un hijo ausente -que estudia en Estados Unidos- o el de mamá de un adolescente?

Sobre mis tres diferentes roles maternales no soy capaz de señalar uno como el más difícil. Con veinticinco años de experiencia en estas lides, sigo siendo una aprendiz. 

Si bien es cierto que cada hijo llegó de un modo particular y con una personalidad única, no es menos cierto que ellos van cambiando conforme maduran; y yo también.

El dinamismo, creo que es parte de la belleza de la maternidad. Muchas veces miro atrás y pienso que pude haberlo hecho mejor, pero luego me reconcilio conmigo porque “aquello” fue lo mejor que la Luisa de entonces era capaz de hacer. 

Si la sabiduría de hoy la hubiéramos tenido a los trece años, ¿qué adolescencia desperdiciada y sosa habríamos tenido, no?

Cada etapa tiene su encanto, cada hijo también. Voy aprendiendo a ser mamá todos los días, porque todos los días mis hijos también van cambiando. Sólo he descubierto una herramienta que es infalible, no importando sus etapas, ni las mías: El amor.

3. Te has destacado en la actuación, como una actriz profesional de superlativo calibre. En tu opinión, ¿es más difícil para la mujer brillar en este campo laboral o hay similitud de oportunidades? 

¡Sería una ingrata si me quejara de la carrera que he tenido!  Pero todavía creo que no es equitativo, ni justo.

Y dolorosamente debo reconocer que en los últimos años se le adjudica el nombre de actriz o actor a personas que se atreven a entrar en el oficio apoyados por una popularidad que no necesariamente esta asociada al arte de la representación. 

Tampoco creo en organizar un llanto coreado de todos. Si esas personas encuentran respaldo del público en lo que hacen, ¡adelante! ¡Que lo disfruten! 

No creo en la conmiseración, sino en trabajar…

4. Estás promoviendo en tus redes sociales un Club de Lectura… Háblanos un poco de él… ¿De dónde surge esta idea y en qué consiste? 

Sobre el club de lectura, “A un libro de distancia” puedo decir que es una grata sorpresa.

Solía publicar los libros que había leído sin la esperanza de retroalimentación, sólo por el deseo de compartir el placer vivido. 

Cuando fue a comenzar el 2022 me escribieron varias personas diciéndome que, entre sus resoluciones, estaba leer más, que les hiciera alguna recomendación para lograrlo. Y así, sin querer, conformamos un grupo al que todos los días se añaden personas.

Juntamente he compartido un plan para leer la Biblia en un año y la cantidad de personas que está participando de eso es realmente impresionante. 

Sobre el Club, las personas sólo necesitan conseguir el libro del mes (están todos los títulos en mi Instagram y Facebook) y estar atentos a mis redes porque ahí les comparto el plan de lectura, coordinamos “lives” en los que ellos participan, intercambiamos impresiones entre otras cosas. 

¡No puedo esconder la emoción que esto me ha causado! 

Personas que el año pasado no leyeron un libro completo, en este se aprestan a leer al menos doce, llenos de entusiasmo y con hambre de más.

¡Me siento feliz y orgullosa de esta comunidad de nuevos amigos!

5. Los feminicidios siguen ocupando páginas de los periódicos. ¿Qué necesita Puerto Rico para avanzar un paso más, en la lucha por la igualdad y respeto de la mujer?

Ya estamos sacando a Dios de las escuelas, las parejas se casan llevándose la opción del divorcio a la luna de miel, muchos desechan las palabras de sus mayores tomándolas por anticuadas y el diálogo no se considera si las ideas no están alineadas con las propias. 

Los valores, el respeto, el amor se aprenden en el hogar. Si ese fundamento no se retoma como pilar social, el camino será duro y cuesta arriba en ese y todos los sentidos.

6. En esta edición especial dedicada a la mujer trabajadora… ¿Cuál fue la mejor enseñanza de fortaleza e independencia, que recibiste de tu mamá o tu abuela?

Las historias de mi madre y abuela son tan disímiles como las épocas y circunstancias que les tocó vivir a cada una. 

De hecho, tan increíbles pueden ser que no he descartado la posibilidad de escribir sobre ellas.

Pero puedo decir que mi madre ha sido una mujer muy fuerte y valiente, sin duda.

Me enseñó que la independencia es un gran tesoro, también a medir mis palabras. 

Ella insistió en que fije un objetivo y trabaje fuerte por ello. Pero que lo trabaje yo, que no lo acepte como “regalo”. Que el éxito sabe mejor sazonado con mi sudor, que con una envoltura de favores. 

Y siempre me dijo que me pueden quitar propiedades, pueden robarme o hasta desahuciarme; pero que lo que nadie jamás podrá quitarme serán mis estudios, mi conocimiento. 

Siempre insistió en que me preparara. 

A eso yo sólo le añadiría un ingrediente más que ha sido el mejor que he tenido en mi vida: una relación personal con Dios.

3 Comments

  1. Sandra Colon Robles

    Me Encanto entrevista a Luisa d los Rios

  2. Luisa Pallí

    Mi querida Tata (Luisa), mi primogénita… desde muy corta edad le fascinaba leer, no necesariamente el periódico o lecturas similares, sino libros. Por esa inclinación, muy particular, siempre tuvo una facilidad increíble para escribir y yo le decía que hiciera un alto en su vida y se dedicara a escribir. Todavía hoy creo que sería muy exitosa escribiendo libros, columnas en un periódico, o lo que se proponga. Me encanta su forma de redacción, me transporto a ese momento que ella ilustra como si yo lo viviera. Te felicito, hija, todo lo que te has propuesto lo has hecho muy bien! 😘

  3. Carmen Jovet

    Intereso ese libro o artículo de Luisa de Los Rios, donde?

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