Cuando termina diciembre, con sus reencuentros y añoranzas, con mil brindis y sonrisas; miramos que la Navidad, el amor, el sentido de todo, se resume para los creyentes en la personificación de un solo hecho que marcó el antes y el después de la historia del mundo: El nacimiento del niño Jesús.

Cada año, Juana Díaz de viste de Oro, Incienso y Mirra, para con su esplendor cumplir una misión religiosa y cultural

que ha trascendido mares y fronteras: Los Reyes de Juana Díaz. Y aunque todos los conocen, es un placer profundizar en la tradición que en este época nos une como

pueblo. 

¡Disfrútalos!

1. Tres personas, con tres perfiles particulares a través de la historia reciente. Cómo se sostienen 100 años de tradición? 

Los Reyes Magos de Juana Díaz representan a un pueblo y sus tradiciones. Son figuras principales en nuestra historia, portadores de nuestra fe y nuestra cultura.  Por 136 años hemos celebrado las fiestas initerrumpidamente, a pesar de los retos históricos que hemos confrontado.  

A finales del siglo 19 cuando el gobierno americano en su afán de convertir al pueblo puertorriqueño al protestantismo, se prohibió la celebración de las fiestas de Reyes.  La comunidad religiosa y educativa de Juana Diaz se unieron para llevar el desfile y la celebración de la fiesta en contra de la postura del gobierno.  

Al principio del siglo 20, tuvimos la experencia de los terremotos, la pandemia de la fiebre Española, las guerras mundiales y el debacle económico de los años 30, entre muchos otros retos.   

En este nuevo siglo, hemos experimentado, los huracanes Irma, Maria, los terremotos, la situación económica y la pandemia que vive el mundo e igual que en los pasados tiempos, las fiestan han evolucionado manteniendo viva una tradicion centenaria.

2. Esta iniciativa ha escalado con impacto a Puerto Rico y América. Además del entretenimiento, los Reyes de Juana Díaz llevan un mensaje apostólico. Entienden que han logrado transmitirlo con éxito o el aspecto cultural ha sido más fuerte que el religioso?

Nuestra misión principal es la apostólica. Con el tiempo el aspecto cultural y tradicional de las fiestas ha cobrado fuerza por el arraigo en nuestro pueblo puertorriqueño.  

Nuestros reyes han visitado todos los pueblos de Puerto Rico en varias ocasiones, además de haber visitado a Cuba, Venezuela, Mexico, Colombia, España, USA y el Vaticano. La misión es llevar el evangelio de Cristo mediante la representación de los Reyes, la Sagrada Familia, los profetas y los pastores. La tradición nace en la iglesia cristiana y con el tiempo y la transformación que ha sufrido la celebración desde el 1884, se convierte en pieza importante de nuestra cultura.  

El éxito ha sido la combinación de ambas cosas, lo religioso y lo cultural.  Dentro de lo cultural, las fiestas son uno de los talleres principales para nuestros artistas y artesanos.

3. ¿Quiénes están detrás de Melchor, Gaspar y Baltazar? ¿Detrás de esos trajes espectaculares, quienes son los responsables de llevar tanta alegría a las familias puertorriqueñas?

Ser Rey es un apostolado.  Son personificados por feligreses de nuestra parroquia, residentes de Juana Diaz, profesionales y padres de familia.  Cada uno lleva su fe presente y aman la tradicion.  Cuando uno de nuestros hermanos representa a un Rey Mago, se transforma dejando de ser Pedro, Juan y José, convirtiéndose en Melchor, Gaspar y Baltasar.  

Durante esa transformacion, cada uno recibe una bendición especial, difícil de explicar.  Pero todos los que los ven, pueden distinguirlo.  Los Reyes de Juana Díaz demuestran una paz espiritual que radia en lo mágico y a quienes tocan en su camino, no importa su preferencia religiosa o credo, así lo viven, eso es lo especial de los Reyes de Juana Díaz. 

Cuando se nos acercan las personas pidiéndonos oración personal o para su familia sabemos que nuestra misión está siendo efectiva.  

4. ¿Tienen algún criterio de selección a la hora de escoger los personajes?

A través de los 136 años de tradición, hemos tenido el privilegio de contar con varios hermanos que dentro de su humanidad y con el desperfecto de ser pecadores pero hijos de Dios han personificado a estas nobles e históricas figuras.  

Hay un grupo de personas, miembros de la Junta de Directores del Consejo Juanadino Pro-festejos de Reyes que en conjunto con el párroco de la Parroquia San Ramón Nonato de Juana Díaz entrevistan y seleccionan los candidatos a ser Reyes.  

Los criterios de selección son sencillos, un Rey Mago tiene que creer en Dios y ser amante de nuestra tradición. Tiene que ser un católico práctico y respetado en la comunidad.  Pero sobre todo, tiene que saber vivir el momento y genuinamente disfrutar de la oportunidad, cuando un niño con su inocencia le regala un beso y un abrazo, cuando un adulto inundado en sus frustraciones, dolores y desesperanzas le pide que le conceda un deseo, que oren por ellos o le den su bendición.  

5. Tantos años, tantos viajes. ¿Alguna anécdota significativa y oportuna para compartir en esta época tan especial?

Son muchas las vivecencia y experencias que hemos tenido en tantos años de celebración.  Desde la caída de un Rey Mago de su Caballo en medio del desfile del día 6 en Juana Díaz; la visita al Vaticano y la audiencia con el Santo Padre Juan Pablo 2 en el 2004 (tal vez una de las más memorable); las visitas a Cuba en el 2000 y 2012; la celebración de los 100 años en el 1984; la inauguración de la Casa Museo de los Santos Reyes Magos; el haber escuchado a un anciano decirles a los Reyes que ya podía morir en paz por que habia visto a los verdaderos Reyes Magos; el recibir los bobos (chupetes) de manos de dos hermanitos que le prometían a los Reyes que no lo iban a usar más. Son tantas y tan diversas que podrías escribir un libro.  

Sin embargo, hay unas que son especiales y que nos han marcado como hombres, padres, hijos, hermanos y amigos para toda la vida; son aquellas cuando visitamos a los enfermos en sus camas de los hospitales, cuando visitamos a nuestros ancianos solos en sus cuartos en los hogares de envejecientes o cuando visitamos a los niños huerfanos en sus casas de cuido.  Son las verdaderas experencias que nos dan más fuerzas y deseos para continuar celebrando esta tradición centenaria que ya no solo es un orgullo para el pueblo de Juana Díaz , es un orgullo para todos los puertorriqueños.