Ella es lo que popularmente se conoce como “mucho con demasiado”. Su lista de ejecutorias abarca una trayectoria de más de dos décadas, en las que ha fungido como comunicadora, productora, tanatóloga, motivadora, actriz, conferenciante, coach de vida, locutora y autora de múltiples libros.

Lily García es -sin duda- una de las comunicadoras más versátiles en Puerto Rico. Pero es su “caja de herramientas” (como se llama una de sus colecciones de columnas), lo que proyecta más su esencia, puesta al servicio de sus lectores u oyentes. En sus palabras hay luz, vida y paz. 

Es una experta en ayudar a transformar el dolor de quien lo padece, en fortaleza; con una perspectiva de agradecimiento, para salir adelante en medio de cualquier situación. 

Por todo lo anterior era obligatorio invitar a Lily Garcia a ser la primera portada del 2023. Esperando que sus palabras sean de inspiración para un comienzo de año productivo, lleno de ánimo y energía positiva. 

1. Eres una motivadora con múltiples escritos que prometen ayuda en la adversidad. ¿Cuál es TU fuente de motivación? ¿De dónde se alimenta tu espíritu?

He descubierto que mi motivación nace del buscar conectarme con mi propósito de vida.  Ese propósito consiste, en su gran mayoría en ayudar a otros a aliviar su sufrimiento y transformarlo en fortaleza. Cuando la vida me ha golpeado y siento que me debilito física o emocionalmente, busco conectarme con mi propósito y sacar de allí las ganas para levantarme y continuar.  El deseo de continuar haciendo lo que hago se convierte entonces en mi fuente de motivación.  Esta forma de pensar viene, en gran medida, de mi práctica como budista, a través de la cual intento hacer de mi vida un ejercicio en el desarrollo de compasión y el “mindfulness” o presencia mental que me permite conocer mejor mi mente, mis emociones y las motivaciones detrás de mis acciones.

2. Hablemos de la mujer… Eres una voz femenina que habla con fortaleza. Desde tu punto de vista, ¿Cuáles son los retos de género que hace falta conquistar? 

Hay retos externos y retos internos.  En los externos todos los días se van ganando pequeñas y grandes batallas, aunque todavía nos falta mucho por lograr.  La crisis de violencia de género y feminicidios que estamos viviendo en Puerto Rico es un ejemplo de ello.

Pero son los retos internos, esos que nos toca a nosotras mismas trabajar, los que a veces me preocupan más.  Todavía las mujeres seguimos adoptando el rol de rescatadoras, y nos creemos responsables del mundo entero.  Pienso que es una cuestión cultural, pero sigue presente subconscientemente en nosotras.  A veces entender que tenemos que “cargar” a todo el mundo hace que nos olvidemos de nosotras mismas, que no nos cuidemos como debiéramos, y que no nos validemos.

Una de las cosas maravillosas que llegan con la edad y la madurez es que te importa menos lo que la gente piense; alcanzas mayor seguridad porque has ido descubriendo quién eres y quien no quieres ser; y te atreves a decir que “no” sin sentirte culpable.

También me gustaría que como mujeres fuésemos más solidarias unas con las otras, en vez de permitir que la envidia y la competitividad nos separe.  Cuando nos abrimos a la solidaridad cobramos fuerza a nivel tanto colectivo individual.  Después de todo, tenemos tanto más en común que aquello que nos separa.    

3. ¿Qué le diría esta Lily del 2023 a la Lily del 2019 (antes de la pandemia)? ¿Qué no sabias, que hoy es aprendizaje?

Lo primero que no sabía es que rayos era “Zoom”.  Ja..ja.. Digo, había escuchado sobre la plataforma, pero nunca la había utilizado.  Y siempre me había considerado medio “technology idiot”, pero me di cuenta de que tengo más capacidad de la que pensé.  Hoy manejo charlas, talleres, y entrevistas en línea como si estuviese haciéndolas de forma presencial.  

A nivel ya más emocional, la pandemia vino a darnos en la cara con la “incertidumbre”, concepto del cual se habla mucho en el budismo, el hecho de que nada es para siempre y todo está en constante transformación. Pero vivirlo en la práctica, y todavía estarlo experimentando después de cuatro años ha sido una enseñanza poderosa.  Y tengo que admitir que me siento orgullosa de la forma en que lo he manejado, a pesar de los momentos de dolor y frustración al ver lo que estaba ocurriendo a través de todo el mundo al principio de la pandemia.  

La pandemia se convirtió también en semilla para nuevas ideas y proyectos.  La respuesta a las meditaciones que estuve realizando durante el encierro en vivo a través de Facebook inspiraron lo que en octubre pasado se convirtió en “Respira con Lily”, una aplicación para celulares con meditaciones y reflexiones para practicar el “mindfulness” en la vida diaria.   Así que a la Lily del 2019 le diría: “Confía.  Todo está en Orden Divino”.  

4. Eres tanatóloga, es decir, tienes la capacidad de guiar a una persona en un proceso de duelo. ¿Cómo profesional en esa área, cómo defines la vida de quienes experimentan el dolor de la muerte de un ser amado?

Todos vamos a tener pérdidas porque la vida es un constante fluir de pérdidas y ganancias.  Se pierden seres queridos, ilusiones, salud y relaciones, entre muchas otras cosas.  Lo importante es entender que, si ponemos de nuestra parte y buscamos apoyo, el dolor se va a ir transformando.  Hay pérdidas que dejan heridas profundas que nunca van a sanar en su totalidad, como la pérdida de un hijo, por ejemplo.  Pero aún ese dolor se trasnforma con el tiempo. ¿Cómo?  Encontrando y conectándonos con nuestro propósito; reconociendo las bendiciones que todavía tenemos a pesar de esa pérdida; y entendiendo que, si estamos aquí todavía, es porque nos queda algo por hacer.  Pero cada persona es diferente, y los procesos de duelo también.  Que nadie te diga que ya debes dejar de llorar.  Lloras hasta que te canses.  Pero sigue caminando.  

5. ¿Podrías compartirnos 3 consejos que consideres claves para obtener la felicidad en este nuevo año que recién inicia?

1. Escoge tus batallas

2. Enfócate en lo que tienes y no en lo que has perdido

3. Vive tu vida con pasión y ¡disfrútala!