No creo haberles contado nunca acerca de Julio, aun con lo habladora, apasionada o indiscreta que soy. 
La verdad es que siento vergüenza por la mezcla de amor y odio que me despierta. Sin embargo, hoy, después de haber ido al cine con mis nietos y ver la película “Inside Out 2”, me animo a compartirles mi relación tóxica con él; pues me vi reflejada en cada uno de los sentimientos. 

Por cierto, si no has visto la película, no te preocupes, porque no te voy a dañar la experiencia contándotela. 

Para los que no han visto la primera “Inside Out”, o no saben lo que estoy hablando; les resumo que es una película que enseña sobre los sentimientos que todos, como humanos, experimentamos en diferentes momentos de nuestra vida.

Cuando llegó la ALEGRÍA, recordé tantos momentos hermosos con Julio… Aquella vez que fuimos a una playa vacía porque era lunes por la mañana… Aquel viaje por los lugares emblemáticos de Puerto Rico… En fin.  También pensé en él cuando en la peli se representó la TRISTEZA. Porque él tiene la mala costumbre de recordarme las metas que me propuse a principios de año, y me recalca lo que no he empezado aún. 
La IRA también me la ha despertado, porque cuando se va la luz en casa, se burla del “Rash” que él sabe muy bien que el calor me provoca. 
Aunque sé que no es sano, también Julio me ha inspirado MIEDO, porque es más intenso que Ada Monzón con el tiempo. Y se la pasa recordándome que debo comprar suministros por si viene un huracán y sale todo volando. Él es bien nervioso. No sé cómo explicar que lo vi reflejado hasta en el DESAGRADO. Por su naturaleza tan, pero tan, ardiente… Me pone a sudar de pies a cabeza. Algunos dirán que eso es sexy… Pero, a mi edad no me agrada. ¡Hasta me puede subir la
presión! 

Por esa personalidad que muchos llaman cálida, pero que yo considero extrema en todos los sentidos, me causa ANSIEDAD verlo llegar. 
Él me inspira quedarme quieta en casa. A veces, por su culpa, prefiero no salir a la calle y pues, es inevitable sentir ABURRIMIENTO.
También me provoca VERGÜENZA, que es otra emoción que muestra la película. ¿Por qué? Porque soy una mujer de sangre caribeña que no aprecia tanto como debiera, su apasionada y ardiente forma de ser. Estoy segura de que mujeres de otras nacionalidades sentirían el otro sentimiento mostrado: ENVIDIA -de mí con Julio-


A este punto se preguntarán, por qué sigo con Julio. Pues, porque acaba de comenzar. ¿Por qué va a hacer?
Ahora es que me falta calor, sudor, ansiedad, miedo por los huracanes, envidia por los que tienen placas solares y un aire acondicionado 24/7.
Julio, tan brillante, aún con los recuerdos y memorias que me has regalado… vete ya, -y llévate a agosto y septiembre de paso- porque sin cuarentena y en la calle, necesito que sople el viento.