José Vega | Payaso Remi, hombre de Dios 

Dicen que no se juzga un regalo por su envoltura; pero cuando se habla del Payaso Remi, los colores de su personaje sí son un reflejo de su chispa y sus mágicas canciones. 

Igualmente, cuando se mira a José Vega, sus ojos transmiten paz, así como la sonrisa que guarda la voz que da testimonio de Dios. 

Es un Baby Boomer y un artista con más de 35 años de carrera. Lleva risas, pero también valores. Su canto ha merecido galardones, incluyendo una nominación en los Grammy Latinos de 2008. Y como si ser artista fuera un arcoíris de matices infinitos, también pinta hermosas obras. 

Es un activo siervo de Dios, que viaja con su ministerio cristiano a países de extrema pobreza para cumplir con el llamado divino de llevar el evangelio por todos los rincones del mundo.

En esta Semana Mayor, hacía falta conocer un poco al payaso Remi, que es también José Vega, un hombre de Dios. 

• Un hombre apegado a las artes, animador, cantante… ¡Pintas! ¿Quién es José Vega? ¿Un payaso que aman los niños, una voz que ofrece sus mejores canciones o un artista que plasma hermosas obras?

ReMi nace en febrero, cuando su intérprete José Vega, como egresado de la Liga de Arte y de la Escuela de Artes Plásticas de San Juan, olvida llevar sus lienzos a una de sus usuales visitas al Parque Luis Muñoz Rivera, donde ofrecía clases de pintura a los niños. Lo que él no sabía es que en ese momento su imaginación se convertiría en su mejor aliada y lo inspiraría a plasmar una nariz roja en su cara; para, de ahí en adelante, cumplir con una misión: Llevar alegría e importantes enseñanzas como payaso. “Pienso que cuando uno viene a la vida, Dios siempre tiene un propósito con cada uno de nosotros y el mío fue ese: El ser un personaje infantil que no sólo pudiese dar, sino recoger todo lo que he recibido de los niños y las niñas… Se convirtió en mi razón de ser, se convirtió en mi diario vivir, en mi ministerio”, comenta el payaso, que se destaca por siempre lucir una imagen nada tradicional, ya que no usa peluca, ni ropa grande o demasiado llamativa, ni zapatos enormes. Mas bien, con el fin de que los chiquitines se identifiquen con él, procura vestirse sencillo pero moderno, lleva un sombrero de explorador y se comunica con mucha música.

• Tu esposa es una exitosa empresaria. ¿De qué manera apoyas su rol laboral, en la dinámica de familia?

Mi esposa Bettina Mercado es mi inspiración y mi apoyo incondicional, mi ayuda idónea, la que siempre está a mi lado para que siga adelante con mis sueños. Yo en su trabajo de empresaria le doy la libertad para que siga creciendo, la ayudo en todo lo que está a mi alcance y oro para que Dios conceda los deseos de su corazón.

• Qué es más difícil, ¿trabajar para los hombres, en un mundo dominado por el pecado; o servir a Dios, en pos de una promesa de vida eterna? ¿Dónde estás tú?

Hace 15 años comencé mi trabajo misionero con la Fundación Remi en Ecuador, Guatemala, Colombia, Haití, República Dominicana y Cuba, donde en cada uno de esos países trabajo con niños de extrema pobreza.

En Puerto Rico apoyo organizaciones y escuelas que trabajan con niños de Educacion Especial. No es difícil para mi trabajar con la gente, primero porque soy una persona que no juzgo y segundo, porque respeto grandemente al ser humano. 

Ya sea una persona cristiana o no, eso no marca una diferencia en  tener valores positivos. La bondad, la generosidad, la justicia, la honestidad y la amabilidad tienen el nombre y apellido de todo aquel que la practica.

• Cantas y animas a los niños puertorriqueños, a través del legendario y querido Payaso Remi… Pero eres un Baby Boomer. ¿Cómo logras conectar dos generaciones tan distintas?

Yo logro conectar con varias generaciones porque no me cierro a lo nuevo, a los cambios y tengo unos principios básicos que me enseñó mi abuela, que decía: “Comunícate con todo el mundo, habla, di lo que piensas, no te calles, pero sobretodo aprende a escuchar a los demás”.

• En tus redes sociales abiertamente te profesas cristiano. En esta Semana Santa, ¿qué le dirías a aquellos que no conocen al Dios al que tú le sirves?

Yo tengo una experiencia muy personal con Dios desde que soy un niño. El perder a mi abuelo, quien es el que me cría junto a mi abuela y mi madre fue muy traumático para mi. Se creó un gran vacío que pude llenar metiéndome de lleno con Dios. Mi consejo para aquel que quiera tener paz en medio de su tormenta es que se acerque a Dios, que le abra la puerta de su corazón y lo deje trabajar en él. Él me da una paz que este mundo no la ofrece.