No es un secreto que la prevención es la clave de una larga vida. Muchas enfermedades, consideradas mortales, han sido vencidas en sus etapas iniciales. Así, la detección temprana, debe ser la estrategia de todo individuo que anhele contar muchos años en la tierra. 

Ahora que inicia un nuevo año es oportuno visitar a su médico de cabecera y evaluar diferentes pruebas de salud para tener un marco referencial de su condición actual, qué modificar, qué añadir, qué quitar.

Aquí, las pruebas que no deberían faltar para sentar las bases de una buena salud; especialmente en el adulto mayor, quien es más propenso a ciertas enfermedades como diabetes, hipertensión, cáncer, entre otras.

  1. Análisis de sangre y orina:  Los de sangre deben incluir un hemograma para conocer el estado de los glóbulos rojos y blancos. También cubrir bioquímica, que refleja los niveles de glucosa, colesterol, triglicéridos, entre otros. En cuanto a la orina, buscar identificar elementos anormales relacionados al pH, densidad, proteínas, etc.
  2. Presión arterial: Debe ser rutinaria en la tercera edad. Puede hacerla en casa, en su farmacia más cercana o con su médico. 
  3. Electrocardiogramas: Se recomienda anual, especialmente si existen antecedentes familiares relacionados a la salud del corazón. 
  4. Mamografía / Citología cervical: Para detectar cáncer de mama o de útero.
  5. Examen de próstata: Se debe detectar en sangre los niveles de PSA; también realizar tacto rectal y ecografías o biopsias -en caso de alteración o anormalidad-.
  6. Examen colorrectal: Se recomienda la colonoscopía, pues el cáncer de Colon no suele presentar síntomas. Pero si se detecta a tiempo tiene mejores probabilidades de supervivencia. 
  7. Audición / Visión: Se recomienda anual o cada dos años, dependiendo de la existencia de algún síntoma.