Por: Dra. María Calixta Ortiz | Epidemióloga

Cerca de 25 años en la vida de una mujer, los pasaremos después de experimentar la menopausia. Sin embargo, la desinformación que aún existe sobre los síntomas físicos, emocionales y cognitivos que trae consigo, hacen urgente que se hable de este tema. Toda mujer piensa que la menopausia son solo sofocones y están equivocadas. Ese es solo uno de los 34 síntomas que pueden afectar tu calidad de vida.

Esta desinformación se la debemos a que de todas las etapas hormonales que experimenta una mujer, esta es la que menos prioridad, información y atención recibe, contrario a la etapa de la pubertad y la maternidad donde existen programas de preparación y educación sexual.

Las mujeres, sus parejas y sus hijos, necesitamos entrar a esta etapa informados. La determinación debe ser de equilibrar la mente, cuerpo y espíritu para que cuando las hormonas se hayan ido por completo y dejemos atrás la peor parte, estemos libres de condiciones que se hayan generado a causa de no haber atendido a tiempo los síntomas que se presentaron. 

Más aun, que sepamos negociar acuerdos en nuestro círculo familiar para conservar la complicidad del amor por mucho más tiempo y que la compasión sea el eje de la relación.

Me he convertido en embajadora de la menopausia bajo la consigna de que en solidaridad y complicidad femenina podemos compartir recursos, información y apoyo para lograr el equilibrio femenino en esta etapa.

Es tan importante hablar de lo que no se habla que la Sociedad Internacional de la Menopausia y la Organización Mundial de la Salud decidieron crear un día dedicado al tema. Es por eso por lo que el pasado 18 de octubre, celebramos el Día Mundial de la Menopausia. Se estima que en pocos años habrá en el mundo más de mil millones de mujeres con cincuenta años o más que entraran a esta etapa.

Aunque este día se celebra desde hace 23 años, aún no hemos logrado visibilizar el tema para evitar los estereotipos en la sociedad y que solo se hable del tema para hacer bromas. Los estudios confirman que muchas mujeres no les gustan las bromas sobre el tema y no quieren exponerse a decir que están en la perimenopausia o dicen que sus síntomas están relacionados con otra condición.

Aun nos faltan centros de atención especializados en menopausia donde la mujer sea prioridad entre los profesionales de la salud ginecológica. Donde las mujeres que enfrentan los síntomas reciban atención individualizada y que no las despachen con un “eso es normal”.

Aun nos falta, llegar a los patronos y a las oficinas de recursos humanos para que incorporen medidas en los espacios de trabajo que beneficien a las mujeres que padecen de síntomas graves en esta etapa y que afectan la calidad de su desempeño, como lo son el insomnio, la irritabilidad y la falta de concentración. Ajustes de horarios de trabajo o que trabajen a distancia, el proveer abanicos personalizados en las oficinas para los momentos de sofocos, puesto a que no pueden controlar la temperatura en las oficinas.

Llevo casi dos años y medio compartiendo recursos e información a través de mi libro De meno odiosa a Meno Diosa, a través de las redes sociales en el grupo de Facebook Malditas hormonas, en el podcast Menodiosas, en conferencias, charlas, encuentros y mensajes que imparto a todas las mujeres y su familia extendida que también se afecta.

Todo esto NO ha sido en vano porque cientos de mujeres se han transformado y ahora son defensoras y embajadoras de la menopausia, igual que yo. Nada me hace más feliz escuchar mujeres que me dicen: “Ahora veo todo esto de una forma diferente, gracias por escucharme y darme luz”.

Hombres que reconocen que se sentían perdidos en la relación y habían considerado separarse porque no entendían a su pareja: “No tenía ni idea de lo que mi mujer estaba pasando. Esto es tan importante. Debería existir algún programa que nos ayude”.

Hijos adolescentes que emocionados mencionan que creían que el comportamiento de sus madres tenía que ver con ellos: “Yo me fui de casa porque mami estaba insoportable, y ahora que la escucho, me digo, pero si hubiera sido más sencillo si ella me hubiera explicado lo que estaba pasando. El apoyo mío era importante en esta dura etapa”.

Si quieres ser parte de este movimiento de solidaridad y complicidad femenina, encuéntrame en el Baby Boomer Expo 2023, donde tendré una mesa para compartir mis experiencias y mi conocimiento con todas las mujeres que lleguen a mi puesto. Tendremos disponible el libro de las Menodiosas para firmas y fotos en persona. ¡Las esperamos!

Sobre la autora

María Calixta es doctora en salud pública con especialidad en epidemiología. Está certificada como máster en programación neurolingüística. Es catedrática asociada conferenciante de la Universidad Ana G. Méndez. Es columnista del diario El Nuevo Día sobre temas de salud, ambiente y bienestar. Su primer libro está titulado De meno odiosa a Meno Diosa, que aspira a transformar a la mujer honrando la solidaridad, complicidad y el equilibrio femenino. En su segundo libro, nos guía por el hermoso Camino de Santiago de Compostela y sus seis grandes lecciones aprendidas. Su destacada trayectoria la ha llevado a ser reconocida como embajadora de la mujer.