Por: Valeria Trinidad Díaz
(Revisión y Edición por Silverio Pérez)
Fundadora, Presidenta & CEO Evocare, Corp.
Educadora en Salud y Promotora de la Salud en Adiestramiento
Estamos en el mes del cuidador, por lo que debiéramos preguntarnos ¿cómo llegamos a ser cuidadores? Parece una pregunta sencilla sin embargo para cada
persona representa toda una historia y experiencia personal. Y es que ciertamente en la mayoría de los casos nos convertimos en cuidadores de una forma natural, instantanea y sin una planificación previa. Ocurre por alguna situación de salud o social de nuestros familiares que nos hace adoptar, sin previo aviso, un nuevo rol: el de cuidador o cuidadora.
Los cuidadores pertenecen a dos grupos bastante diferentes: el cuidador formal y el informal. El cuidador formal, es aquella persona que decide dedicarse al cuidado profesionalmente. Este estudia y se prepara de manera formal a través de una institución educativa pararelevar y ser la mano amiga del cuidador informal, recibe remuneración económica y su jornada de trabajo debe ser conforme a las leyes laborales de PR.
Por otro lado, tenemos los cuidadores informales, que son los familiares, amigos y/o vecinos; según sea la red de apoyo de la persona que requiere de cuidados. Los cuidadores informales no reciben remuneración económica y su rol en muchas ocasiones comprende las 24 horas del día los siete días de la semana. Entre sus responsabilidades podemos encontrar las siguientes:
1. Diligenciar los cuidados médicos del familiar.
2. Diligenciar procesos gubernamentales y de accesos aservicios esenciales.
3. Coordinación de cuidados directos, supervisión y fiscalización de servicios de salud.
4. Cuidado directo a su familiar, asistiéndole en las actividades del diario vivir, tales como: preparación de alimentos, recordatorio de medicamentos, aseo e higiene personal y limpieza del hogar entre muchas otras más.
5. Según sea el caso o las condiciones médicas de su familiar, podemos verlos en roles de administración, manejo responsable y ético de bienes y recursos del adulto mayor tales como finanzas, manejo de propiedades entre otros.
Hablemos ahora del verdadero rol del cuidador formal.¿Cuáles son las responsabilidades y funciones de un cuidador formal? Para muchas personas lasresponsabilidades del cuidador formal se limitan a la asistencia directa de las personas que cuidamos, o sea, todas aquellas que necesita cualquier ser humano para poder vivir; alimentación, aseo e higiene personal, recordatorio de medicamentos entre otros.
Sin embargo, el rol del cuidador se divide en 6 áreas que abarcan un mayor impacto en la salud de la persona que cuidamos y que aunque se ejecuten en excelencia, pasan por desapercibidas por la sociedad, paciente/participante y/o la familia, esto por desconocimiento del verdadero rol del cuidador formal del adulto mayor.
Los 6 roles del cuidador formal del adulto mayor:
- Prevención: El rol preventivo comprende todas aquellas acciones, medidas o disposiciones que ejecutamos o planificamos anticipadamente para mitigar, evitar o disminuir alguna repercusión negativa ante cierta circunstancia o panorama, así como también para disminuir y/o evitar el deterioro bio-psico-social del adulto mayor que cuidamos. Un buen ejemplo de esto es eliminar artículos en el hogar del adulto mayor que puedan representar riesgo a caídas o resbalones. Esto previene o disminuye riesgo a una fractura de cadera, fémur entre otros.
- Promoción: El rol de promoción del cuidador consiste en todas las acciones dirigidas hacia una conducta o estado de salud esperado. Un ejemplo de promoción del cuidador formal es utilizar términos correctos sobre conceptos en salud.
- Educación: El cuidador se convierte en un facilitador de conocimientos teóricos y prácticos hacia su paciente/participante así como para la familia. Esto se hace con la intención de promover la mejor calidad de vida para el adulto mayor (paciente/participante). Al educar se comparten conceptos sobre cuidados y autocuidados. Comparte información sobre recursos existentes a nivel comunitario, beneficios de cobertura de planes médicos así como equipos médicos necesarios según las condiciones médicas de su paciente/participante. Un ejemplo de esto es, un cuidador educando al familiar sobre las técnicas de transferencia y movilidad de un adulto mayor con dificultad para caminar. Esto puede prevenir caídas, dislocaciones, fracturas para el adulto mayor, pero también evitar lesiones del familiar en su espalda.
- Asistencia: El cuidador provee apoyo a los adultos mayores y encamados para el desenvolvimiento en las actividades de la vida diaria, cuidado de la salud y rehabilitación. Un cuidador formal, debe conocer las etapas de dismovilidad de un paciente o participante, por lo que se enfoca (en la medida posible) de mantener la autonomía e independencia de su paciente o participante. La asistencia conduce a la inclusión del paciente o participante en actividades de rutina, recreativas y sociales a modo de inspirar, motivar, estimular la autoestima y autoconfianza del paciente mediante el logro de las mismas.
- Cuidado: Garantiza el mejor bienestar, calidad de vida óptima, dignidad humana de su paciente/participante con la realización de las actividades del diario vivir:
- Recordatorio de medicamentos
- Preparación de alimentos (ingesta asistida)
- Higiene, arreglo personal (lavado oral, cabello, cuidado de pies y manos, integridad de la piel)
- Hábitat (Limpieza liviana, orden en el hogar)
- Actividades recreativas y ocupacionales acorde a sus posibilidades
- Colaboración en las practicas indicadas por el profesional de la salud
6. Recreativo: La recreación es la herramienta del cuidado que permite promover estado de felicidad, relajación y motivación al adulto mayor. Por lo que el cuidador formal del adulto mayor planifica, implementa y evalúa actividades recreativas de su participante/paciente para promover la diversión y mejores estados de ánimo. Estas actividades se convierten en impactos positivos para el estado de salud emocional y físico.
Es importante destacar que estos roles no ocurren en un orden específico, serán ejecutados de acuerdo a las circuntancias de cada adulto mayor que cuidamos.
Sin alimentación, higiene, medicación y atención social y/o física, sencillamente no podemos vivir. Mucho menos podemos garantizarle dignidad a ningún ser humano. Por eso les nvito a que en este mes del cuidador honren y valoren a ese cuidador que conoce, ya sea formal o informal. Ambos son imprescindibles en la vida de toda persona con necesidades puntuales en sus actividades del diario vivir.
Si de casualidad no sabes como honrarlos, te comparto cuatro sugerencias sencillas:
1. Invítale a comer, café o té (para que despeje su mente).
2. Agradécele por escrito todo lo que hace, eso fomentará que continúe haciendolo cada vez mejor. ¡A todos nos gusta saber lo que hacemos bien!
3. Felicítale sobre su desempeño frente a otras personas.
4. Por último, no olvides un detalle, (puede ser una nota escrita a mano, pues así es más personal) el 5 de noviembre, Día del Cuidador Internacional.
Si tu eres un cuidador, aquí te abrazamos, honramos y valoramos. ¡Eres un ser humano único y extraordinario! Ser cuidador, demuestra tu hermoso corazón, empatía y compromiso. Te aseguro que sin ti, la vida no sería igual para tu familiar o paciente/participante. Recuerda siempre abrazarte, escucharte, mimarte y autocuidarte. Si no te cuidas, no podrás cuidar de nadie más. ¡Adelante, hay un largo camino por recorrer!
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Mejor no se puede explicar, en muchas ocasiones el cuidado no importa la edad también necesita atención.
Agraciadamente no de una forma médica, pero si una forma de un modo emocional. Gracias por tan buenas herramientas!