(Respuesta de la carta pasada: “La viuda de un esposo vivo”. Visite Baby Boomers Puerto Rico en Facebook o Instagram para leer dicho relato, así como las respuestas publicadas, que fueron enviadas por nuestros lectores)
Si creían que estaba muerto, les informo que estaba de parranda en mi sillón, con celular en mano, leyendo la carta que envió mi esposa -la viuda- y las respuestas de todas las “damas solidarias”.
Escribo para defenderme, porque así como la moneda tiene dos caras, el lobo siempre será el malo del cuento, si Caperucita es la que hace la historia (como leí en un meme el otro día).
Aquí aclaro lo que ella no cuenta. Es cierto que la pandemia me puso reacio a salir a la calle, ¿a quién no? Allá ella, que no tiene miedo ni a comerse el mismísimo murciélago Chino que desencadenó esta pesadilla. Yo soy precavido, a ella se le cayeron algunos tornillos bailando en el Baby Boomers aquel que nos conocimos.
Lo que ella no cuenta es que después de casados me hizo acompañarla por el recorrido completo de Pal Pueblo con los Baby Boomers… ¡Desde Jayuya hasta Carolina! Y vivimos en Cayey. Esos eventos se hicieron para llegar a uno, no para uno caerle atrás. Aun así, fui paciente, respetando la luna de miel que sucede en las primeras semanas después del “Sí, acepto”.
La razón por la que no estoy apoyando ir al Disco Party, es porque en el último evento bailó conmigo, con el de al lado y con el de al frente. Como no tuvimos mucho tiempo para conocernos, ingenuamente pensé que se trababa de viejos amigos, pero cuando la escuche preguntarle a uno que tenía bastón:
“Don, don, ¿le damo’ hasta bajo?”, supe que mi mujer no lleva la “Alegría” por dentro. Ella lo que tiene es un cumpleaños, dos bodas y un carnaval.
Cuando estamos en casa ella brega bien. Vemos las noticias, y hasta una serie de Netflix erótica que se antojó de ver, la acompañé. El problema es cuando salimos a la calle. Si hay música y ambiente de fiesta, se me sale de control.
Si ella es viuda como dice, ha llevado este duelo perreando. Yo para el Disco Party no voy con ella. Que vaya ella el sábado, que yo voy al cierre del domingo.
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A la viuda de un esposo vivo
Muchacha vete y goza, déjalo en la casa. Así el es feliz.