Por: Dra. Katherine Calderón | Instagram: @ampicilina500
Con la llegada del verano y sus calurosas temperaturas, varias condiciones de la piel pueden aparecer y empeorar. Algunas pueden estar causadas por el sol, alergias o bien por enfermedades que el paciente tenga que, con el calor, humedad o clima seco, pueden tender a hacer brotes. A continuación te describo algunas:
– Con el aumento de la sudoración los conductos por donde sale el sudor pueden obstruirse, provocando miliaria. Esto también puede ocurrir en bebés que son abrigados en exceso.
– Algunas personas desarrollan fotosensibilidad, es decir, erupciones en la piel al exponerse al sol, por ejemplo, al usar alguna medicación que deja la piel más sensible y provocando quemaduras importantes.
– Muchas personas pueden experimentar irritación y aparición de manchas café-rojizas luego de haber utilizado cremas, perfumes o ponerse en contacto con cítricos y luego exponerse al sol. Esto se denomina dermatitis Berloque.
– Ciertas urticarias pueden empeorar con el sol o la sudoración y se caracterizan por la aparición de ronchas en presencia de estos estímulos.
– Condiciones como la dermatitis atópica, dermatitis seborreica (incluyendo la caspa), rosácea, psoriasis y hongos como las tiñas y pitiriasis versicolor («paños»), tienden a empeorar.
– Durante el verano, muchos aprovechan y visitan piscinas, lugar donde pueden transmitirse el molusco contagioso y ciertos hongos con mayor facilidad. En playas algunos pueden tener un encuentro con una medusa y en el campo, con algún insecto, haciendo de las picaduras un motivo frecuente de consulta.
Ante la aparición de alguna de estas condiciones, lo ideal es visitar al médico dermatólogo, quien examinará, diagnosticará y dará el manejo oportuno a cada condición.