Por: Dra. Katherine Calderón

Instagram: @ampicilina500

El verano llegó,  y con él, las altas temperaturas que lo caracterizan. Un riesgo de la exposición al exceso de calor son las enfermedades que podría ocasionar y, aunque prevenibles, pueden hasta llevar a la muerte. Según el Centro de Control de Enfermedades y Prevención de los Estados Unidos, unas 600 personas fallecen cada año producto de estas condiciones, siendo la mayoría de estos, adultos mayores de 60 años. Es por ello que se hace importante conocer y saber cómo actuar ante alguna eventualidad.

El cuerpo siempre busca una manera de mantenerse fresco y para ello hace uso de los siguientes mecanismos:

Radiación: Emite energías en forma de ondas electromagnéticas.

Conducción: Transfiere el calor a otro objeto menos caliente.

Convección: Transfiere el calor a corrientes de aire.

Evaporación: Libera calor a través de pequeñas gotas que luego se convierten en gas.

En dependencia de la temperatura de la piel y del medioambiente, el cuerpo elegirá uno u otro método. Por ejemplo: Si la piel está más caliente que el ambiente, el cuerpo se regula con la radiación y la conducción. Si el ambiente está más caliente que la piel, el cuerpo se regula con la sudoración. Si la humedad se encuentra por encima del 75%, la sudoración ya no funciona tan bien para mantener el cuerpo a buena temperatura.

¿Qué enfermedades se relacionan al calor?

Golpe de calor. Para identificarlo, debes estar atento a los siguientes síntomas:

• Alta temperatura corporal (39°C o más)

• Piel caliente, enrojecida, seca o húmeda

• Pulso acelerado y fuerte

• Dolor de cabeza; mareos o náuseas

• Confusión

• Pérdida del conocimiento (desmayos)

Si alguna persona presenta este cuadro, llame al 911 de inmediato, el golpe de calor es una emergencia médica. Proceda a llevar a la persona a un sitio más fresco y ayude a bajar la temperatura de la persona con paños fríos o dándole un baño con agua fría (no helada). No le dé a la persona nada para beber, sobre todo si está confundido o desmayado.

  • Agotamiento por calor, que se caracteriza por:

• Sudor abundante

• Piel fría, pálida, húmeda y pegajosa

• Pulso rápido y débil

• Náuseas o vómitos

• Calambres musculares

• Cansancio o debilidad; mareos

• Dolor de cabeza

• Desmayos

Si alguien presenta estos síntomas, vaya a un sitio fresco, aflójele la ropa y aplique paños húmedos en el cuerpo o dele un baño con agua fría. Dele de tomar sorbos de agua y busque atención médica de inmediato si tiene vómitos, sus síntomas empeoran o si sus síntomas duran más de 1 hora.

Calambres por calor. Estos pueden ocurrir sobre todo al realizar actividad física en exterior. Se caracterizan por:

• Sudor abundante durante ejercicios físicos intensos.

• Dolor o espasmos musculares.

Para esto, se recomienda suspender todo tipo de actividad física e ir a un lugar fresco, beber agua o una bebida deportiva y esperar que los calambres desaparezcan antes de realizar más actividades físicas. Se debe buscar atención médica de inmediato si los calambres duran más de 1 hora, usted sigue una dieta baja en sodio y usted tiene problemas cardíacos.

Para prevenirlas, existe una serie de recomendaciones que se podrían resumir a continuación:

• Mantenerse fresco.

• Utilizar ropa apropiada, especialmente de colores claros, tela ligera como algodón y holgada.

• Tratar de mantenerte más tiempo en interior que en exterior. Si es posible, mantenerse en entornos donde haya aire acondicionado. Hay que destacar que, por encima de los 32 grados celsius, los abanicos eléctricos podrían ser inefectivos en prevenir la hipertermia, por lo que se recomiendan baños fríos.

• Limitar las actividades en exterior y preferir las horas más frescas, durante la mañana y la noche, para realizar actividad física Si la persona no está acostumbrada a realizar ejercicios en exterior en climas calurosos, se recomienda iniciar la actividad de forma pausada y observando los signos de alarma.

• Es imprescindible utilizar fotoprotección con protector solar con FPS mayor a 30, sombreros o gorras y lentes de sol.

• No dejar niños o mascotas en el carro, ni siquiera con las puertas abiertas.

• Evitar ingerir alimentos pesados o muy calientes..

• Mantenerse hidratado.

• Tomar suficiente agua durante el día, aunque no se tenga sed.

• Evitar el consumo de alcohol.

• Evitar el consumo de bebidas azucaradas.

• Si se va a practicar actividad física, sobre todo en exterior, considerar ingerir una solución que reponga los minerales perdidos durante el ejercicio.

• Recordar mantener las mascotas hidratadas

• Conocer los síntomas de las enfermedades relacionadas al calor

• Monitorear a compañeros y amigos, sobre todo los que se encuentren físicamente cerca de uno.

• Vigilar de cerca a los que tienen factores de riesgo: Personas con presión arterial alta, que tomen medicamentos para la depresión o que tengan problemas de circulación. También a individuos en sobrepeso u obesidad, que trabajen o se ejerciten al aire libre, personas muy jóvenes o ancianas.

Puedes encontrar más información en la página web de los CDC (https://www.cdc.gov/disasters/extremeheat/index.html) y en el portal del Hospital John Hopkins (https://www.cdc.gov/disasters/extremeheat/index.html).

SOBRE LA AUTORA:

Katherine Calderón es médico e investigadora, con una pasión especial por la educación en salud. Puedes encontrarla en Instagram como @ampicilina500