Por: Mara Otero
Sommelier
Talento del Taste Food Fest
¿Son todos los vinos espumosos iguales? La respuesta simple es no. Cuando llegamos a los anaqueles buscando un vino espumoso, ya sea para celebrar alguna ocasión especial o para refrescarnos de los calores intensos, ¿da igual lo que compre, cierto? No necesariamente, veamos…
Un vino espumoso es aquel que tiene efervescencia o que contiene burbujas, sin embargo no todas las burbujas son iguales o se forman de la misma manera. En la bodega, el enólogo hace su vino base, que no es más que un vino de uvas regulares. Luego de este proceso, se pasa a la creación de burbujas.
Comencemos con el que más conocemos y el cual su nombre se confunde con los demás espumosos: Champaña. Este vino espumoso oriundo de la región de Champagne, Francia (solo de esta región se puede llamar Champaña) es un clásico en celebraciones y fiestas. Luego de elaborarse el vino base, se lleva a la botella y dentro de ésta ocurre una segunda fermentación que es la que forma las distintivas burbujas del champagne. A este método se le conoce como método tradicional o método “Champenoise”. Las burbujas en el champagne son más pequeñas y sedosas, en comparación con otros espumosos. Dado a este fenómeno que ocurre dentro de la botella y la excelente región donde se ubica, los champanes tienden a ser más costosos que otros espumosos.
Otro espumoso muy conocido por los puertorriqueños, lo es el Cava. Producido en varias regiones de España, como el Penedés. El Cava se produce también por el método tradicional al igual que Champagne. Quizás más económico que su contraparte francesa, pero de excelente calidad y gusto. Este método tradicional aporta al vino sabores y aromas distintivos como frutas verdes y pan tostado.
Por último pero quizás, el más consumido por el público local, tenemos Prosecco. Este a diferencia del Cava y Champagne, se elabora con el método de tanque, lo cual significa que sus burbujas se desarrollan en un tanque de acero inoxidable a diferencia del Cava o Champagne que se forman en la botella. Con este método el Prosecco suele ser más afrutado y con un nivel de azúcar residual un poco más elevado. Dentro de sus aromas y sabores encontramos frutas como la manzana verde y melón.
La próxima vez que deguste su vino espumoso, trate de evaluar las diferencias y similitudes dentro de cada uno. Salud