Queridos lectores,
Quiero compartir con ustedes una de las experiencias más bochornosas que he tenido en la vida. Aquí va:
En diciembre, aprovechando el clima fresco, me uní a un grupo de yoga en mi para mantenerme activa y flexible en mi edad dorada. Estaba emocionada por la idea de encontrar paz mientras hacía algunas posturas de yoga. Sin embargo, algo que no esperaba sucedió…
Según yo, estaba siguiendo las instrucciones del instructor al pie de la letra: Respira, estira, respira.
Pero entonces, en una pose que involucraba mucha fuerza en las piernas, quise brillar; y lo logré pero no por mis habilidades, sino por el sonido que salió de mi. Ese “aire” inconfundible -que aún estando en el exterior y en el fresco- se hizo sentir.
Me quise morir. El instructor tuvo la gentileza de romper el silencio con sentido del humor, diciendo: “Veo que algunos se están relajado bien chévere”, y todo el mundo empezó a reír, de manera que no quedó nadie en la dichosa posición. La más mayor de todas se atrevió a añadir: “Y con AROMATERAPIA”.
En fin, que sabrá Dios cuando pueda recordar esa experiencia sin sentir vergüenza.
A.P.
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Todos los escritos serán evaluados y corregidos -si es necesario- en sintaxis y ortografía.
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