Por: Daniel Olivera  | Autor y coach holístico

He visto esto de primera mano, cómo los abuelos se cansan. Cuando mi primer hijo nació y mi papá en ese entonces tenía ya 82 años, el simple hecho de pasar una tarde cargando al bebé le quitaba mucha energía.

Ahora, años después, lo veo de igual manera con mis suegros. Fuera de los tiempos de siesta reglamentaria alrededor de las 3 de la tarde, ya para las 6 pm están exhaustos. Y no porque se pasen todo el día cuidando a los nietos, pero simplemente porque el pasar un rato con ellos, niños que están llenos de energía, es cansado.

Si esto sucede cuando pasan sólo un rato con ellos, imaginen a los abuelos que ayudan mucho a sus hijos cuidando a los nietos rigurosamente por horas, día tras día, cuando todavía no están en edad de ir al kínder o a la escuela.

Mucho de esto es cultural, en Latinoamérica se da más esto que en los países del norte del hemisferio, y es quizá porque nuestra cultura es colectivista, no individualista, más enfocada a ser parte de la “tribu” en la que todos participamos para apoyar a la familia.

A veces esto se da por compromiso, no porque tengan tantas ganas de hacerlo, ya que se espera que todos apoyen, y cuando no hay nadie más para cuidar a los nietos, pues los abuelos entran a salvar el día (o la semana, o el año).

El simple hecho de ver por la integridad y seguridad de los nietos, ya conlleva una carga de estrés, y si a esto se le añade las reglas y modos en que los hijos quieren que se cuide a los nietos, pues es todavía más extenuante. Muchas veces los hijos se molestan porque los abuelos no les dieron tal o cual comida, porque no les dijeron “no” a saltar en la cama o mil cosas más. 

Dependiendo de la personalidad de los abuelos, algunos se quedarán callados, otros se sentirán mal y otros harán de cuenta que no pasó nada. También están los abuelos asertivos, que dirán lo que tienen que decir (¡bien por ustedes!).

Desafortunadamente he visto casos en donde los hijos usan a los nietos para su beneficio. Buscan a los abuelos nada más cuando les conviene y amenazan con ya no llevar a los nietos a verlos si no están disponibles cuando ellos quieren. Esta situación es por demás inaceptable. Los abuelos con tanto amor y cariño que tienen terminan haciendo lo que sea por los nietos.

Tomando todo esto en cuenta, ¿cómo podemos ayudar a los abuelos (a veces más las abuelas que son las que se encargan de la casa tradicionalmente hablando) para poder manejar el estrés del día a día y a veces acumulado?

Les dejo algunos tips aquí.

1. Poner límites.

Esto es importante para que puedan seguir apoyando en el largo plazo. Límites de horas, límites de días a la semana, límites de reglas, etc. El cuidar a los nietos es una expresión de amor, pero también debe de ser de alegría y conectividad. Los límites sirven para que puedan seguir con energía al día siguiente, para que tengan claridad mental y para que tengan libertad en tomar decisiones por sí solos, sin miedo a hacer las cosas mal.

2. Tomar descansos programados.

A veces los hijos necesitan el apoyo de sus padres todos los días de la semana, pero se debe de analizar si esto es lo mejor para los abuelos (al final queremos tenerlos ¡durante mucho tiempo más!). Muchas veces si el apoyo es toda la semana, el tener un día de descanso a la mitad ayuda mucho. Otras veces tener el apoyo de otro familiar por un par de horas para partir el día en dos, también da la oportunidad de levantar la energía.

3. Hacer algo para mí.

El hacer algo para nosotros mismos es muy importante, porque nos estamos cuidando y eso significa amarnos. No podemos dar lo que no tenemos; así que, si no tenemos energía para estar bien, tampoco tendremos para cuidar a los nietos. Si empiezan el día con un tiempo para leer, tomar café, o salir a caminar, cargarán su tanque de energía para poder dar todo a los nietos. Otras personas prefieren hacerlo al final del día, como mi suegra que le encanta leer siempre como a las 9 de la noche.

4. Tener alguien con quien desahogarme.

Muchas veces el simple hecho de poder platicar por lo que estamos pasando, ayuda mucho. Esto también ayuda a que pensemos en otras estrategias para hacer el trabajo menos pesado y disfrutar más la interacción con los nietos, y no sólo verlo como cansancio al final del día, sino como un tiempo hermoso de ser parte del desarrollo de los pequeños.

5. Hacer una meditación.

Les comparto un pequeño ejercicio que hago (casi siempre) todas las mañanas. Esto puede servirles para manejar mejor las emociones del día, y poder responder mejor mental y emocionalmente.  Al despertarme, me siento en la orilla de la cama, pongo los pies en el piso, cierro los ojos y respiro profundamente tres veces. Después imagino como me llega un rayo de luz (del color que quieran) y entra por mi cabeza y va bajando por todo mi cuerpo, llenándome de vitalidad. Una vez que llega hasta mis pies, siento como todo mi ser está lleno de lo que necesita. Después imagino como unas raíces salen de las plantas de mis pies y van hacia abajo, buscando su camino hacia el centro de la tierra, pasando por rocas, tierra, mantos acuíferos y lava hasta llegar al centro de la tierra donde se encuentra un cuarzo rosa al cual mis raíces se conectan. Finalmente siento como la madre tierra me manda de regreso la energía vital y me llena nuevamente todo mi cuerpo.  Permanezco un par de minutos ahí y luego abro mis ojos. ¡Listo para empezar mi día!

6. Liberar emociones.

Una de las técnicas que más me gusta usar cuando apoyo a las personas es ésta. La liberación de emociones nos ayuda a fluir mejor en la vida en general o a desatorar situaciones o temas específicos como las relaciones, el dinero, el trabajo, etc. Existen masajes específicos para hacer esto y también técnicas para llegar al subconsciente y liberar la emoción atrapada.

Por último, debemos recordar ser asertivos, que significa comunicar de buena manera lo que necesitamos de los demás para poder tener una relación de desarrollo mutuo, en donde las dos personas pueden crecer, amar y seguir estando ahí uno para el otro.

SOBRE EL AUTOR: 

Daniel Olvera es autor del libro “Un camino holístico” y es un coach integral que usa técnicas como la liberación de emociones, coaching, reiki y programación neurolingüística para ayudar a sus clientes a avanzar, eliminar bloqueos y lograr sus metas. Daniel también es el creador del podcast “Fortius Life” (disponible en Spotify, Apple podcasts y otras plataformas) en donde platica de temas de desarrollo personal como la resiliencia, la mentalidad de crecimiento, y herramientas de apoyo para que las personas puedan avanzar en la vida. Pueden contactarlo directamente en daniel@fortiuslife.com o seguirlo por Instagram y Facebook en @fortiuslife.