Un paseo demasiado “picoso”
Bueno, les cuento que yo soy muy de festivales, patronales, fiestas de pueblo. Siento que ahí consigo cositas que no se encuentran fácilmente en las tiendas. Además, apoyo a los productores locales. Pues al último que fui, compré 3 botellas de pique. Una para mi esposo que le encanta y las otras para regalar.
Cuando ya iba de salida me encuentro con mi jefe y su hija -una niña de como 8 o 9 años-. Ellos iban camino a su carro. Nos saludamos y todo muy bien. Me pregunta que si tengo como volver a mi casa o si necesito pon. Yo le indiqué que pensaba caminar hasta la casa de una amiga y ella entonces me llevaría a la mía. Él sabe dónde yo vivo, y como mi casa le queda en ruta, me dijo que no me preocupara, que él podía llevarme. Dicho y hecho. Me monto con los paquetes y no bien doblamos la esquina, empieza a oler el carro bien fuerte. Yo comento abochornada que debía ser el pique que había comprado.
El asunto es que se puso peor y la niña empezó a toser bien feo. Yo decido mirar dentro de la bolsa y resulta que uno se había abierto, no sé cómo, y de verdad que es un pique casero bien fuerte. La nena es asmática y por eso se puso así. Yo estaba que me moría de la vergüenza. El abrió los cristales y me dejó en mi casa.
Cuando volví al trabajo, no quería ni mirarle la cara.
Isela H.
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