Por Yazmira Vázquez
Técnico de Farmacia – Coach de la salud
El cáncer de mama es uno de los principales problemas de salud que afectan a las mujeres. Según la American Society of Clinical Oncology (ASCO), se estima que en los Estados Unidos se diagnosticará cáncer de mama invasivo a 310,720 mujeres este año. Este tipo de cáncer se convierte así en la segunda causa de muerte por cáncer entre las mujeres.
Los diferentes tratamientos disponibles para combatir el cáncer pueden provocar cambios significativos en el cuerpo, lo que a su vez afecta la sexualidad de las pacientes. Muchas mujeres diagnosticadas con cáncer desearían que sus médicos abordaran el tema de su sexualidad, un tema que a menudo resulta difícil de discutir. En contraste, las consecuencias sexuales del cáncer de próstata se analizan de manera más rutinaria en la población masculina.
Afortunadamente, los avances en la ciencia médica han mejorado las posibilidades de supervivencia durante y después del tratamiento. Actualmente, aproximadamente 3.1 millones de mujeres sobreviven a un diagnóstico de cáncer de mama. Los tratamientos disponibles incluyen cirugía, quimioterapia, radiación, terapia hormonal, inmunoterapia y trasplante de células madre, todos los cuales pueden generar efectos secundarios que afectan la calidad de vida de las pacientes.
El dolor sexual y la dispareunia son problemas comunes en la población femenina, pero su prevalencia es aún mayor entre las mujeres que enfrentan el cáncer. Este dolor puede inhibir el deseo, la excitación y el orgasmo, lo que resulta totalmente comprensible. La ansiedad y la depresión también son frecuentes, y muchas mujeres sienten que su esencia, su identidad femenina y su yo sexual se han visto alterados. Como resultado, la calidad de la intimidad y la relación de pareja pueden verse comprometidas, y la sexualidad puede ceder ante la urgencia de enfocarse en el tratamiento y la posibilidad de recuperación.
Es fundamental considerar, como parte de la planificación del tratamiento, los factores que contribuyen a una vida sexual satisfactoria. Esto incluye la anticipación de una condición llamada hipoestrogenismo, que se refiere a la disminución de los niveles de estrógenos en el cuerpo, provocando sequedad vaginal. La penetración, que es una parte vital de la sexualidad para muchas mujeres, requiere que se implementen medidas preventivas para cuidar la piel de la vulva. La intervención temprana puede reducir el riesgo de microabrasiones, sequedad, irritación y dolor persistente.
La comunicación abierta entre las parejas es esencial para abordar los cambios que el tratamiento puede provocar en el bienestar sexual. El apoyo mutuo es un pilar fundamental a lo largo de este proceso; no debemos subestimar la necesidad de estar acompañadas por nuestra pareja en estos momentos difíciles. Entre las principales preocupaciones de las pacientes se encuentran las alteraciones en la imagen corporal tras una mastectomía y la disminución del deseo sexual durante el tratamiento.
Existen diversas alternativas que pueden mejorar la calidad de vida de las pacientes afectadas por cáncer. Una de las estrategias más efectivas es reeducar el mapa erótico. Es bien sabido que el cuerpo femenino tiene diversas zonas erógenas que pueden estimular el placer y la excitación, lo que resulta fundamental para enriquecer la experiencia sexual.
En conclusión, la tasa de supervivencia en pacientes con cáncer de mama continúa en aumento. Diseñar un proceso de cuidados integral que incluya terapia psicológica, nutrición y visitas de seguimiento con el ginecólogo y el oncólogo es crucial para desarrollar estrategias efectivas de manejo de la salud.
Opciones de Tratamiento para el Manejo del Dolor por Hipoestrogenismo:
• Protectores para la piel vulvar
• Lubricantes vaginales
• Estrógeno vaginal en dosis bajas
• Ácido hialurónico
• Probióticos vaginales y orales
• Lidocaína tópica
• Dilatadores vaginales
• Terapia física del piso pélvico
Es fundamental que cualquier tratamiento sea consultado y autorizado por su médico.
Dedicado a todas las sobrevivientes.
