Por: Yazmira Vázquez De Arce | Coach de la salud | Técnico de Farmacia

A medida en que el cuerpo humano envejece, el deterioro progresivo se hace evidente. Si bien es cierto, como dice por ahí, que: “Lo que no se usa se atrofia”, nuestro cuerpo y mente hay que ponerlo en movimiento. La vida sexual es una parte integral de la experiencia humana, desempeña un papel crucial en la conexión emocional, la salud mental y el bienestar. 

Por lo general la sociedad tiende a asociar la vitalidad sexual con la juventud, dejando la impresión de que la pasión y la intimidad disminuyen con el tiempo. Sin embargo, es esencial desafiar esta percepción y reconocer que una vida sexual excitante no tiene fecha de expiración.

La salud sexual, definida por la Organización Mundial de la salud, es un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad. Requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y de las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras, seguras y libres de toda coacción, discriminación y violencia. 

El concepto sexualidad, se confunde con los conceptos de sexo o relaciones sexuales, pero la sexualidad va más allá, comprende aspectos como el afecto y las relaciones humanas. Es un aspecto inherente al ser humano que está presente en el trascurrir de la vida y no tiene fecha de caducidad, se hace parte del bienestar e influye en la calidad de vida. Es parte esencial del ser humano y esto hace que las personas se mantengan sexualmente activas hasta edades avanzadas.

Existe la creencia errónea de que la vitalidad sexual disminuye con la edad, pero esta puede atribuirse en gran medida a estereotipos culturales y presiones sociales. 

La realidad es que la sexualidad evoluciona y se transforma, se adapta a las diversas etapas de la vida. En lugar de aceptar de que el envejecimiento limita la expresión sexual, es vital explicar cómo la intimidad puede enriquecerse con el pasar del tiempo. 

A medida que las parejas van envejeciendo juntas, es fundamental compartir esos deseos, fantasías y preocupaciones en tono a la intimidad. La comprensión mutua y la aceptación de las cambiantes necesidades sexuales pueden fortalecer esa conexión emocional. La satisfacción sexual va más allá de los estándares convencionales de la belleza y juventud. La confianza en uno mismo es un componente clave para mantener una vida sexual plena a lo largo de los años, independiente de la edad, hay que seguir cuidándose.

La medicina moderna ha abordado atender aquellas posibles dificultades asociadas con el envejecimiento. Así que es fundamental desterrar el estigma que rodea a las preocupaciones sexuales en la edad adulta y hace meritorio el buscar ayuda profesional cuando sea necesario.

Los tiempos del Caverject y el Muse al fin terminaron, ya que en la actualidad contamos con diferentes tratamientos y opciones que pueden superar cualquier obstáculo que se pueda presentar, permitiendo a las personas que puedan disfrutar plenamente de su vida sexual. Al mismo tiempo, el mantenerse informado sobre las necesidades y cambios fisiológicos relacionados al cuerpo es indispensable. Hay que dejar la monotonía y explorar nuevas prácticas que nos ayuden a vitalizar la intimidad y seguir explorando el mapa erótico.

Los problemas de salud hay que atenderlos. Se debe tener en cuenta que los aspectos fisiológicos y los cambios producidos por el envejecimiento, como la disfunción eréctil en los hombres y la disminución de la capacidad de lubricación de la vagina en las mujeres, son síntomas que pueden mejorar si se toma la acción correspondiente.

Como parte de la planificación del tratamiento, es necesario analizar los criterios para tener una vida sexual satisfactoria. Teniendo en cuenta que las mujeres al envejecer, se espera que ocurra una condición llamada hipoestrogenismo, que es la reducción en la tasa circulante de los estrógenos, provocando la resequedad vaginal. 

Aquí les comparto un listado de algunas alternativas que pueden ayudar:

▪ Protectores de la piel vulvar

▪ Lubricantes vaginales

▪ Estrógeno vaginal de dosis baja

▪ Ácido hialuronico

▪ Probióticos vaginales y orales

▪ Lidocaína tópica

▪ Dilatadores vaginales

▪ Terapia física del piso pélvico

▪ Recuerde que todo tratamiento debe ser consultado y autorizado por su médico

Una vida sexual excitante no tiene por qué tener fecha de expiración. Las personas pueden cultivar una intimidad enriquecedora a lo largo de la vida. La clave reside en la comunicación, la educación continua y la disposición de adaptarse a medidas que evolucionan con las necesidades y los deseos.

Hay que recordar que existen tratamientos destinados a mejorar la salud sexual que ayudan a la prevención de aquellos cambios fisiológicos producidos por el envejecimiento.