El concepto de agradecimiento suele atarse a un gesto de cortesía o al cumplimiento de una norma de etiqueta y protocolo. Pero más allá de esa visión limitada, el agradecimiento es una práctica poderosa que puede tener un impacto significativo en la vida de las personas, especialmente en los adultos mayores. 

Muchos libros de desarrollo personal, que abordan el tema del agradecimiento, buscan que sus lectores adquieran una actitud de apreciación de todo lo que tienen y les rodea -sin subestimar lo mínimo-. Después de todo, el poder respirar o mirar (aunque sea a través de los espejuelos), es una buena razón para sentir agradecimiento. 

Aquí, algunos beneficios de crear conciencia y valoración de todo cuánto se tiene -material, espiritual, en recuerdos o en anhelos con ánimos de alcanzar-:

  • Aprendes a pensar en positivo:

Cuando se agradece, se reconoce todo lo positivo de la vida. Por tanto, así se va construyendo tu estado mental. Es una herramienta para contrarrestar los sentimientos de soledad y tristeza, que tantas veces afloran en la población Baby Boomers. 

  • Crea mejores vínculos con los demás:

¿Quién no desea estar cerca de gente positiva y agradecida? Este sentimiento se proyecta, se nota y fortalece las relaciones interpersonales, la conexión con amigos, familia y la comunidad. 

  • Combate el estrés y la ansiedad:

El estrés se traduce en un agobio por los problemas y la ansiedad es desesperación por no poder controlar las circunstancias.

Cuando una persona se sienta, medita y agradece, se centra en lo mejor que tiene y reduce su perspectiva pesimista. Es una forma de promover el bienestar y la relajación. 

  • Crea Resiliencia:

Agradecer implica reconocer la capacidad de superar desafíos y dificultades, lo que fortalece la resiliencia emocional. Los adultos mayores que practican el agradecimiento tienden a afrontar mejor los momentos difíciles y a encontrar soluciones con una actitud más positiva.

  • Mejora la Autoestima:

Cuando se valoran las experiencias y habilidades propias, se fomenta la autoaceptación. Los adultos mayores tienen mucha valía por reconocer y al mirarse a sí mismos con agradecimiento, por tanto conocimiento adquirido a través las experiencias, fortalecerán enormemente su autoestima.

  • Mejora la calidad del sueño:

Muchos expertos aseguran que para lograr un sueño de calidad se requiere seguir un protocolo que incluye alejarse de los electrónicos antes de dormir, un baño de agua tibia, cero contaminación visual y un tiempo de meditación, alimentado por pensamientos positivos. Dedicar un momento para agradecer, será una manera de alejar pensamientos que causan desvelos e insomnio. 

  • Cambia la percepción de la vejez:

Agradecer los años vividos da paso a un enfoque de paz y contentamiento interior. Reduce la incertidumbre por el futuro, pues centra la perspectiva de la vejez, en todo lo acontecido, como tesoros acumulados.