Por: Daniel Olvera  | Autor y coach holístico

La espiritualidad juega un papel crucial en la vida. Es lo que nos aporta luz y energía nueva para seguir adelante. La realidad es que, como seres humanos, tenemos limitaciones, fallas y deficiencias que nos hacen imperfectos. Esta realidad nos trae en ocasiones sentimientos de soledad e impotencia: Cuando las cosas no salen como esperábamos, cuando el negocio va mal, cuando nos acecha una enfermedad o cuando atravesamos por alguna situación familiar difícil. Y ante esas circunstancias, lo único que podemos hacer es levantar la vista y pedir ayuda a aquello que es más grande que nosotros, que está mas allá de este plano y que tiene el poder de hacernos saber que todo estará bien, que las cosas suceden por una razón, que nada es permanente y que vamos a salir triunfantes.

Hay personas con una fe muy grande, quienes dicen que todo lo bueno que les llega es porque Dios se los ha otorgado, incluso cuando las cosas no salen bien, siguen confiando en que todo sucede por una buena razón y que, cuando Dios decida que es el momento adecuado, lo que esperan se dará.

En mi opinión, los beneficios de ser espiritual son diversos: Desde vivir más tranquilo y en calma hasta gozar de una mejor salud física. Y es que, nuevamente, todo está relacionado. La espiritualidad y la creencia de que existe algo más grande que tú y que el mundo entero, llena tu alma; te hace sentir parte de algo que tiene un propósito mayor al que tú puedes ver. Te hace pensar que esa conversación que tuviste con un extraño en la calle realmente significó algo más poderoso para aquella persona. Te hace pensar que hacer el bien en la tierra te va a favorecer cuando tengas que rendirle cuentas a San Pedro, allá arriba, para poder cruzar la puerta.

Cuando crees en algo más grande, también te concentras en cosas mayores. Sabes que los detalles insignificantes que te molestan en el día a día no merecen tu atención, y te enfocas en lo que realmente importa, como dejar un legado una vez que te hayas ido de aquí. Y eso solo pasa cuando crees en algo mayor, aunque no lo puedas entender.

Creer en un ser superior también te auxilia en momentos difíciles, como cuando atraviesas por una enfermedad. Al no tener el control de la situación, la dejas en manos de tu fe, porque sabes que tienes el respaldo de alguien allá arriba que te ayudará a resolverlo.

Viniendo de una comunidad jesuita, estos son algunos de los beneficios que he experimentado. Por supuesto, ha habido momentos en los que me he alejado completamente de la iglesia, pero nunca he perdido la fe en que algo superior a mí creó todo lo que veo y lo que no veo.

Considero que la fe es como tener una fuerza de voluntad inquebrantable que te ayuda a continuar, a creer que en cualquier momento vas a salir de esa situación difícil por la que estás pasando, y a confiar en que todo estará bien.

Y no solo lo digo yo. El documento Asociación entre la participación en servicios religiosos y la mortalidad en mujeres, publicado en 2016 por la revista JAMA International Medicine con el objetivo de evaluar las asociaciones entre la participación en servicios religiosos y la mortalidad subsecuente en mujeres, arrojó que las mujeres que asisten a servicios religiosos de forma frecuente están relacionadas con un menor riesgo de morir por enfermedad cardiovascular, por cáncer o por todas las causas. El estudio menciona, además, que la religión y la espiritualidad es un recurso subvalorado que los médicos podrían explorar con sus pacientes.

Si la espiritualidad es útil para sobrellevar las adversidades que la vida pone frente a ti y poder salir triunfante y más pronto de ellas, te recomiendo que la consideres. Creo que mientras más cerca estés de Dios —o como llames a ese ser superior— más fuerte serás de corazón. Y de eso se trata la fe: de tener esperanza y creer en aquello que no puedes ver cuando, bajo cierta circunstancia, no haya nada más que tú puedas hacer.

Independientemente de la manera que tengas para comunicarte con el ser supremo, te recomiendo que la practiques más seguido. Pide ayuda, encomiéndate y no desmayes. Como decía San Ignacio de Loyola: «Actúa como si todo dependiera de ti, pero confía como si todo dependiera de Dios».

Extracto del libro “Un camino holístico”.

SOBRE EL AUTOR: 

Daniel Olvera es autor del libro “Un camino holístico” y es un coach integral que usa técnicas como la liberación de emociones, coaching, reiki y programación neurolingüística para ayudar a sus clientes a avanzar, eliminar bloqueos y lograr sus metas. Daniel también es el creador del podcast “Fortius Life” (disponible en Spotify, Apple podcasts y otras plataformas) en donde platica de temas de desarrollo personal como la resiliencia, la mentalidad de crecimiento, y herramientas de apoyo para que las personas puedan avanzar en la vida. Pueden contactarlo directamente en daniel@fortiuslife.com o seguirlo por Instagram y Facebook en @fortiuslife.