Por: Dra. Carmita Laboy

Sexóloga

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Cito la palabra chapucería (dícese de un trabajo hecho sin técnica ni cuidado, con acabado deficiente); pero en este artículo apuesto a la conquista (ganar, conseguir algo con esfuerzo, habilidad o venciendo algunas dificultades) porque a estas alturas ya papá aprendió a ser amorosamente perfecto.

Sí, perfecto, toda vez se alejó de “chapucerías” insatisfactorias como las vividas por quiénes participaron en mi primera investigación sobre la experiencia de disfunción orgásmica en un grupo de mujeres puertorriqueñas. Es decir, ellas incapaces de disfrutar (aunque muchas veces digan alcanzar, tener o lograr) su orgasmo durante el período de excitación sexual.

Frases que cito, a continuación, tal cual fueron dichas. Experiencias que hoy día todavía escucho en terapia:

“Que haya más caricias, más besos, que no sea penetrar y ya”

“Que no cambie, que se quede como está si es que ya me está gustando”

“Al momento en que ya yo estoy loca, loca por tener mi explosión, en la penetración o el termina o de momento se para o coge una pausa y ahí es que me bloqueo”

“Cuando ya él tiene su eyaculación, pues el termina y yo, pues bien, gracias, me quedo mirando el techo deseando que se salga, que se termine todo ya porque llega el momento en que no pasa nada, no pasa nada y me desespero, me aburro”

“Ya tu sabes que falta algo, algo más que penetrar y ya, eso que te hace sentir cerca y desear a esa persona, en vez de acaba y salte ya”.

“El tipo “esnú” y con las medias puestas, ah y para colmo, el televisor prendido en mute” y esto lo digo YO…

Este escrito va dedicado a esos papás que, en terapia, salieron de las chapucerías y ya conquistaron lo siguiente:

1. Su cerebro/cuerpo con nuevo conocimiento. Ya su fuente de información no es la pornografía o el sexo comercial. Tampoco depende de una pastillita o estímulos externos para excitarse y lograr su perfecta ejecutoria amorosa. Tras aprender todo sobre sus conductas y formas de proceder explicadas en mi MasterClass Vida Amorosa 101 (disponible en passionuppr.com), papá conoció y entendió que todo “eso” solo empeoraba su situación de eyaculación precoz, falta de erección y mal amante. Por fin dejó de crear químicos y reacciones incorrectas en el cerebro con todos esos estímulos adversos y también dejo de utilizar de esos mil productos y pastillas para mejorar. Papá ahora sabe que es en el cerebro dónde empieza y termina todo. Por eso, su prioridad ya NO es un pene erecto o un clítoris estimulado.

Ahora domina los 3 imprescindibles: su concentración, su respiración y sus contracciones pélvicas. Ahora domina la ciencia del buen sexo y con ella la destreza de su práctica perfecta. Ahora disfruta resultados memorables y deseados. Suyos y de su pareja.

2. La práctica: simple, sencilla y útil para todo. Papá ahora sabe la importancia de practicar lo aprendido para que se convierta en conocimiento. Sabe hacerlo útil en su diario vivir. La teoría funciona y la práctica es bien sencilla. Consta de dos pasos que constituyen PassionUp. Exclusivo modelo educativo y terapéutico que surge con mi encierro de la pandemia resumen mis dos décadas de investigar y tratar las conductas amorosas de ellos y ellas. Pero, desde el cerebro/corazón. Desde las neuronas y neuritas, responsables de todo en nuestras vidas. Y, papa me dio la oportunidad de contagiarlo y enseñarle la práctica:

  1. Mantener un pensamiento benevolente
  2. Hacer la pregunta: ¿Cuál es la mejor solución potencial posible para_____?

Y ese llena blancos aplica para todo en su vida. Una que ahora está en equilibrio y llena de conquistas que surgen en su pensamiento, palabra, emoción y conducta.

Es el papá que ya sabe que tiene que hacer le amor desde temprano en la mañana y no porque amanezca “ya listo” sino porque desea mantener esa fuente de energía e información vital viva.

Es el papá que no resuelve su problema con una receta y varias pastillitas. Ese que se complace sin complacer, pidiendo sin dar o peor aún, exigiendo.

Por el contrario, es el papá que aprendió que cuando su pareja dice que no tiene ganas es porque él también es parte del problema. Y, lo solucionó.

Es quién comunica, comprende, participa, pide, da, asume responsabilidades en y fuera de la cama para que cuando se llegue a ese acto de total intimidad sea en una unión armoniosa.

De esas que te dejan con ganas de más, mucho más…

Entonces, papá, si deseas dominar la ciencia del buen sexo suscríbete a nuestro Coaching Amoroso, 90 días para que cambies tu cerebro para siempre. Detalles en passionuppr.com y en 1-787-989-0188