Por: Pao-Pei

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Se aproxima uno de los días que más une a la familia: el Día de Acción de Gracias. El año anterior fue difícil y muchos no celebraron como acostumbraban. 

Pero, cómo que ya lo extrañas, ¿no? Basta de tanta separación. ¡Llegó el momento de reencontrarnos y mirar las tantas razones para agradecer!

Quizás las cosas no han ido como planeamos, podemos sentir que la vida nos traicionó. Que no nos guste nuestra nueva realidad. Quizás ante tantos desastres estemos cansados ya, pero vivos. Razón suficiente para juntar a los nuestros y sentir la satisfacción de respirar, sentir y vivir.

Con todo lo que ha ocurrido no sabemos qué pasó, qué pasa y que pasará. Muchos sienten incertidumbre. La buena noticia es que seguimos siendo los arquitectos de nuestra vida y está en cada uno de nosotros dar lo mejor, ser lo mejor y vivir lo mejor posible.

¡Celebremos! Agradezcamos todos los días. Pero en este próximo día de Acción de Gracias, nuestros motivos deben ser diferentes, porque todo ha cambiado y nos estamos adaptando a una nueva manera cotidianidad.

Pero, recuerda: La Fe y la esperanza, son las mismas, siguen ahí. Eso no ha cambiado.

Unamos la familia, comamos lo que sea. No necesitamos un pavo. Necesitamos tolerancia, unión, amor al prójimo y más que nunca, unión familiar. 

Yo añoro los besos y los abrazos. Pido permiso antes de hacerlo.  Pero hoy no. Hoy quiero abrazar y reír. Que el amor a los míos sea lo que alimente mi ser.

Hoy quiero comer Amor. Amor del bueno, del que necesita la humanidad.

Que los besos y los abrazos sean los que condimenten y den sabor a nuestra existencia. Que la unión familiar sea la mesa que nos reúne. Que nuestras nuevas circunstancias de vida sea lo que nos motive a mantener en alto el valor y la importancia de lo que es SER FAMILIA.

No hay familia perfecta, no la hay. Pero como futuros Patriarcas y Matriarcas de los nuestras, queda  en cada uno de nosotros crear el ambiente a dónde todos querían llegar y estar. Eso sólo  se encuentra en el hogar.

No necesitamos comer nada. Necesitamos agradecer.

Saca el miedo y la inseguridad en tu vida, despójate del prejuicio creado ante la incertidumbre generada por los medios y disfruta de los tuyos.

Si decides celebrar y reunir a tu gente, toma medidas de precaución. Si sientes que estás siendo muy rigurosa o riguroso al momento de crear tu protocolo, házlo de una manera graciosa y diferente. Así evitaremos que alguien se sienta mal o pequemos de ridículos ante el acto, de no solo protegernos, sino proteger a los que amamos.

Estas a tiempo de enviar a hacer mascarillas con motivo familiar. También puedes preparar unas bolsitas con aquello que entiendas es lo apropiado para ese compartir. Puedes tener una mesita en la entrada de tu casa con todo lo necesario.

Aunque quizás quieras tener una mesa impecable, se sugiere el uso de cubiertos plásticos, pero puedes regalar un set de cubiertos a cada uno, que pueda utilizar en otra ocasión. Los puedes conseguir en su propio estuche.

No tiene que haber pavo, dicen que podrían escasear, así que no es lo más importante.  

Ríe, ama y vive.

Celebra, reúne los tuyos, aunque sea con sandwichitos de mezcla, y demos Gracias a Dios, motivos sobran. 

El ser agradecidos alimenta el alma, alegra nuestro espíritu y cambia nuestra actitud creando el ambiente perfecto para que los nuestros, quieran estar junto a nosotros. 

Así que como todo ha cambiado, cambiemos nosotros, pero comencemos agradeciendo.

1 Comment

  1. Gladys

    Me encantó el artículo entrevista con el Boricuazo.

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