Por: Lcda. Sara N. García, RDN, LND

Nutricionista/Dietista

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El hígado realiza muchos trabajos importantes en nuestro cuerpo. Se encarga de la purificación de la sangre y la producción de la bilis. También es el responsable de almacenar energía en forma de azúcar. Un hígado sano es posible, si mantenemos un peso saludable y una alimentación adecuada. A continuación, veremos que alimentos y bebidas debemos evitar o aumentar su consumo para mejorar o prevenir enfermedades relacionadas a este órgano tan importante.

Evita o disminuye el consumo

• Bebidas alcohólicas. El alcohol es el causante principal del hígado graso y otras condiciones de salud.

• Azucares añadidas. Los alimentos como dulces de repostería, jugos y bebidas azucaradas, refrescos y galletas, aumentan la acumulación de grasa en el hígado. Esto puede resultar en la enfermedad del hígado graso no alcohólico, así como tambien un aumento en el peso corporal.

• Alimentos fritos. Este tipo de alimentos está cargado con calorías y grasas saturadas. No solo se afectará tu hígado, también tu corazón y demás órganos.

• Harinas refinadas. Alimentos como el pan blanco, arroz y pastas. Promueven un aumento de peso y son bajos en el contenido de fibra.

• Alimentos altos en grasas saturadas. Un ejemplo de ello lo son las carnes rojas. Disminuye su consumo de 1 a 2 veces por semana.

Agrega a tu alimentación

• Café, té, blueberries, cranberries, toronja y uvas. Estos alimentos son ricos en antioxidantes. Se encargan de combatir la inflamación, proteger las células, evitar daño al hígado, disminuir riesgo de desarrollar hígado graso y hasta cáncer.

• Brécol y coles de Bruselas. No solo ayudan a la desintoxicación, sino que tambien protegen de daño al hígado.

• Nueces. El consumo de forma regular de las nueces podría prevenir y mejorar la enfermedad del hígado graso no alcohólico.

• Omega 3. El omega 3 es conocido por reducir la inflamación y mejora la salud cardiovascular. Debemos incluirlo como parte de nuestra alimentación vigilando su consumo en relación con el Omega 6.

• Aceite de oliva. Este alimento se encarga de mejorar las enzimas hepáticas y disminuir los niveles de grasa en el hígado.

• Aguacate. Mejora el daño ya causado al hígado.

Por medio de una sana alimentación podemos prevenir enfermedades hepáticas. Mantener un peso adecuado y visitar un nutricionista es la clave para un hígado saludable.

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